Ciudad de México, 11 de febrero (RT).– La estrella supergigante roja Betelgeuse, conocida por ser una de las más brillantes en el firmamento nocturno, podría estar acercándose al final de su vida. Su reciente atenuación puede ser signo de su próxima explosión y la eventual aparición de una supernova.
Al mismo tiempo, los científicos sostienen que las próximas dos semanas serían cruciales para entender si Betelgeuse, que es unas mil 400 veces más grande en diámetro que nuestro Sol, realmente está a punto de convertirse en una supernova.
A principios del mes, astrónomos de la Universidad de Villanova (EU) publicaron una actualización sobre la estrella, ubicada en la constelación de Orión, a unos 640 años luz de la Tierra, informando que era aproximadamente 2,5 veces más brillante en septiembre de lo que es ahora.
“Las observaciones fotométricas más recientes indican que Betelgeuse es actualmente la menos luminosa y la más fría que se haya medido en nuestros 25 años de fotometría”, escribieron los científicos en el portal The Astronomer’s Telegram.
Estas observaciones llevaron a los investigadores a pensar que la estrella podría estar a punto de explotar. No obstante, el cambio en su brillo podría deberse también a un estallido de polvo estelar de sus propias capas exteriores frías, o a algo completamente diferente.
La explicación a este fenómeno podría conocerse en poco más de una semana. Betelgeuse es una estrella variable, por lo que su brillo tiene diferentes ciclos, ascendentes y descendentes. Cuando se juntan los mínimos de cada ciclo, la estrella podría verse excepcionalmente débil, como ahora, pero se iluminaría poco después.
Su período de pulsación actual terminará el próximo 21 de febrero, cuando se espera que se registre el brillo mínimo de la estrella. Actualmente la supergigante parece ser más tenue de lo que debería ser durante una pulsación y podría significar que hay múltiples factores en juego. Pero los científicos sostienen que si Betelgeuse comienza a recuperar su brillo después de esta fecha, en realidad podría tratarse de una pulsación y la vida de la estrella por ahora no correría peligro.