Hermosillo, Sonora.- Con el objetivo de impulsar el desarrollo regional y mejorar la movilidad en comunidades indígenas de Sonora, el gobernador Alfonso Durazo destacó los avances en la construcción de caminos artesanales en distintos municipios del estado, en coordinación con el Gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, a través de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
El proyecto contempla la edificación de siete tramos carreteros en municipios del sur y centro de la entidad, como Álamos, Etchojoa, Guaymas y Navojoa, que en conjunto suman 23.03 kilómetros y benefician de manera directa a más de cinco mil habitantes.

El mandatario estatal señaló que estos caminos forman parte de una política de justicia social y territorial, al atender comunidades históricamente rezagadas, lo que permitirá mejorar la conectividad, reducir los tiempos de traslado y facilitar el acceso a servicios básicos como salud, educación y abasto.
Entre los tramos considerados se encuentran Guajaray–Los Estrados y Aguaje de Chino–Mesa Colorada, en Álamos; Chirajobampo–Los Buayums, en Navojoa; diversos segmentos en Guaymas que conectan localidades como Huirivis, Rahum, Pótam y Belén; así como Guaytana–Bayajorít, en Etchojoa, con longitudes que van de los 0.9 a los 5 kilómetros.

Durazo Montaño explicó que los recursos para estas obras se entregan directamente a las comunidades beneficiadas, permitiendo que la propia población ejecute los trabajos, lo que genera empleos directos e indirectos y promueve el dinamismo económico local.
Indicó que en municipios como Rosario, Bacanora, Sahuaripa, Ónavas, Soyopa, Yécora, Quiriego y Opodepe, los caminos artesanales ya fueron concluidos al 100 por ciento, mientras que en Arivechi y San Javier las obras continúan en proceso.
Asimismo, como parte de los Planes de Justicia para los Pueblos Originarios, se desarrollan caminos artesanales con una inversión superior a los 350 millones de pesos, destinados a la rehabilitación de más de 40 kilómetros en comunidades Yaquis, Seri-Comca’ac, Mayo-Yoreme y Guarijío-Makurawe, bajo un enfoque de participación comunitaria y respeto a la identidad cultural.


