Por Yasmin Islas Santamaría
Cananea, Sonora.- Después de una lucha incansable de 18 años, marcada por el desgaste y la espera, la Sección 65 del Sindicato Minero Nacional ha alcanzado una negociación “histórica”.
Con la intervención decisiva del Gobierno federal y del gobernador Alfonso Durazo, se ha logrado un acuerdo que cierra una de las páginas más difíciles en la história laboral reciente de la emblemática ciudad minera.
El delegado del Sindicato Minero Nacional, Heriberto Verdugo, explicó la dimensión del triunfo: “Se logró emular un pago de un contrato colectivo de trabajo, que no existe; nos lo dieron por terminado los gobiernos neoliberales”. Este logro, aseguró, “es un hecho muy significativo para nuestras familias, para Cananea, para nuestros hijos, para nuestros nietos”.

La base del acuerdo es una bolsa total que ronda los 542 millones de pesos. Esta cifra se compone de una aportación de 483 millones 622 mil pesos, a la que se suma una bolsa de 59 millones de pesos “que ya estaba establecida desde el 14 de abril de 2009”.
“Obviamente no fue tan fácil porque nosotros queríamos más. Pero también entendimos que ya no se podía”, reconoció Verdugo, destacando la responsabilidad en el manejo de recursos que pertenecen a todos los integrantes de la sección 65.
“Hay que tener cuidado en la cuestión de un dinero que no es de uno, sino de todos los compañeros. Sobre todo, los adultos mayores, que para mí siempre ha sido importante, aunado al resto de los compañeros”, puntualizó.

El acuerdo beneficiará directamente a 651 mineros que se mantuvieron firmes durante los 18 años de conflicto. De manera especialmente emotiva, incluye a 53 viudas cuyos esposos no alcanzaron a ver este triunfo, pero que, como subrayó Verdugo, “se quedarán bien protegidas”.
Los logros van más allá de la compensación económica. Entre las garantías alcanzadas destacan:
- La protección del Seguro Social para todos los beneficiarios, asegurando su derecho a la salud y la posibilidad de seguir cotizando.
- La creación de un fideicomiso especial para las personas mayores de 60 años, garantizando el manejo seguro y la distribución justa de los recursos.
- La opción de la reintegración laboral para aquellos trabajadores mayores de 60 años que aún estén en condiciones, así como para todos los menores de 60 en vida activa que decidan regresar a la empresa.
Heriberto Verdugo agradeció a las autoridades que facilitaron el diálogo: extendió su reconocimiento a la presidenta Claudia Sheinbaum, al gobernador Alfonso Durazo y, de manera fundamental, a la resiliencia de los mineros y sus familias. Expresó su deseo de que este acuerdo no solo repare daños económicos, sino que también sirva como un primer paso para “una conciliación en la ciudad”.
Con esta negociación, Cananea cierra un ciclo de casi dos décadas de incertidumbre, abriendo un nuevo capítulo donde la seguridad económica, la protección en salud y la posibilidad de seguir trabajando, se convierten en una realidad tangible para cientos de familias que nunca claudicaron.
La historia de la lucha minera
El 30 de julio de 2007, trabajadores de la Sección 65 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana estallaron una huelga en la mina de Cananea, Sonora, operada entonces por Grupo México, tras denunciar condiciones de trabajo inseguras, violaciones al contrato colectivo y riesgos a la salud derivados de la operación minera. El paro fue respaldado por actas sindicales y comunicados oficiales del gremio, que documentaron irregularidades en ventilación, mantenimiento y seguridad industrial.
Durante el conflicto, que se prolongó por casi tres años, la empresa y autoridades laborales federales sostuvieron que la huelga era inexistente o ilegal. En junio de 2010, fuerzas federales y estatales ingresaron a la mina para desalojar a los trabajadores, hecho registrado en reportes oficiales y ampliamente documentado por la propia organización sindical, que denunció el uso de la fuerza para romper el movimiento.

La disputa llegó a instancias judiciales. En 2011 y 2014, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió resoluciones que reconocieron la legalidad de la huelga iniciada en 2007, invalidando determinaciones previas de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Estos fallos, contenidos en sentencias públicas, se convirtieron en un precedente clave en materia de derechos colectivos y autonomía sindical.
Pese a los fallos favorables, muchos mineros no recuperaron sus empleos ni fueron reinstalados, situación que el sindicato dejó asentada en documentos oficiales y demandas laborales.
La lucha de la Sección 65 permanece como uno de los conflictos obreros más prolongados del país en el siglo XXI y como símbolo de resistencia sindical frente a grandes corporaciones mineras y decisiones del Estado.



