Una redada realizada alrededor de las 2:00 a.m. del domingo en San Antonio, Texas, dejó más de 140 migrantes detenidos, principalmente de Venezuela, Honduras y México, además de otros países latinoamericanos.
Tras el operativo, el Gobierno de EEUU anunció la creación de un nuevo grupo operativo de Seguridad Nacional en el sur de Texas, integrado por el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). El objetivo del nuevo equipo es combatir “el crimen transnacional”, incluidos carteles, pandillas y redes de trata y contrabando.
El FBI y el DHS señalaron que el operativo buscaba desarticular la presencia del grupo criminal Tren de Aragua en la ciudad, aunque no revelaron si entre los detenidos había integrantes de la banda ni si algunos enfrentan cargos.

Críticas y preocupaciones
-Líderes comunitarios, como Liliana Padilla, pastora metodista en San Antonio, cuestionaron la redada, denunciando que cada vez más migrantes son detenidos sin antecedentes penales ni causa aparente.
-Organizaciones como Human Rights Watch acusan al gobierno de arrestos indiscriminados y violaciones a derechos humanos, especialmente hacia migrantes latinoamericanos.
-Preocupa que la creación del nuevo grupo operativo sea la antesala de operativos federales masivos, similares a los ejecutados previamente en ciudades como Chicago, Washington D.C. y Charlotte.
El gobierno de Trump ha prometido implementar la mayor campaña de deportaciones en la historia del país, enviando cientos de agentes federales a ciudades con gobiernos demócratas y políticas de protección a migrantes.
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En Chicago, por ejemplo, solo 16 de más de 600 detenidos por ICE tenían antecedentes penales.
Con información de EFE



