París, Francia.- El expresidente francés Nicolas Sarkozy fue liberado este lunes tras pasar 20 días en prisión, luego de ser condenado por asociación ilícita en el caso de presunta financiación ilegal de su campaña presidencial de 2007 con fondos libios.
Sarkozy, de 70 años, abandonó la prisión parisina de La Santé poco antes de las 15:00 horas a bordo de un vehículo con vidrios polarizados, escoltado por la policía.
El tribunal de París ordenó su salida, aunque deberá cumplir con medidas de control judicial mientras espera el juicio de apelación, previsto para marzo de 2026.
El exmandatario se convirtió el pasado 21 de octubre en el primer jefe de Estado francés en ingresar a prisión desde la Segunda Guerra Mundial y el primero dentro de la Unión Europea.
Entre las condiciones impuestas, Sarkozy no podrá salir del país ni contactar al ministro de Justicia, Gérald Darmanin, cuya visita a la cárcel generó controversia.
Durante la audiencia, Sarkozy describió su estancia en prisión como “muy dura, incluso extenuante”, y agradeció al personal penitenciario por haber hecho “soportable esta pesadilla”. Permaneció en régimen de aislamiento, con dos policías en la celda contigua por motivos de seguridad.
Su abogado, Christophe Ingrain, argumentó que mantenerlo encarcelado representaba una “amenaza” para su cliente. La fiscalía también se mostró a favor de su liberación, bajo medidas de vigilancia. Su esposa, Carla Bruni, y dos de sus hijos asistieron a la audiencia.
Sarkozy fue condenado por permitir que allegados suyos se acercaran al régimen de Muamar Kadafi para obtener fondos con los que habrían financiado ilegalmente su campaña electoral.
Aunque el tribunal no probó que el dinero se usara finalmente en la campaña, consideró demostrada la procedencia de los recursos y calificó los hechos de “excepcional gravedad”.
El exmandatario ya acumula dos condenas previas por corrupción, tráfico de influencias y financiación ilegal de su campaña de 2012, además de tener otras causas abiertas. A inicios de año, se convirtió en el primer expresidente francés en cumplir condena en casa con tobillera electrónica.



