El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, anunció este sábado en La Paz que su país restablecerá las relaciones diplomáticas a nivel de embajadores con Bolivia, luego de 17 años de ruptura.
La decisión fue comunicada tras la investidura del nuevo presidente boliviano, Rodrigo Paz Pereira, en una señal de acercamiento entre ambos gobiernos.
Landau destacó que el diálogo con Paz comenzó antes de su toma de posesión y afirmó que la normalización diplomática “siempre debió ser así”. “Ha sido muy insólito y muy triste que nuestros países no hayan tenido embajadores.
La diplomacia es, al fin y al cabo, comunicación, y sin embajadores eso se hace más difícil”, declaró el funcionario estadounidense, quien expresó su confianza en que pronto se anuncien los nuevos nombramientos.
Por su parte, el presidente Rodrigo Paz agradeció la presencia de la delegación estadounidense y envió un mensaje de “cordialidad y fraternidad” al presidente Donald Trump.
Subrayó que el restablecimiento de relaciones marca “un paso más en la apertura de Bolivia al mundo” y busca superar el “aislamiento” que, según dijo, provocaron las posturas ideológicas de gobiernos anteriores.
“Toda relación exterior será bajo el paraguas de la democracia, el desarrollo y los valores humanos”, afirmó.
El nuevo mandatario recordó que su administración ya ha iniciado contactos con organismos multilaterales y autoridades de Washington para asegurar el suministro de combustibles y la estabilidad del dólar en la economía boliviana. Estos esfuerzos, añadió, forman parte de una estrategia más amplia de reintegración internacional.
Las relaciones entre ambos países se mantienen a nivel de encargados de negocios desde 2008, cuando el entonces presidente Evo Morales expulsó al embajador estadounidense Philip Goldberg, acusándolo de conspirar contra su gobierno.
Morales también ordenó la salida de la DEA y de agencias de cooperación estadounidenses.
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Tanto Morales como su sucesor, Luis Arce, habían manifestado su preocupación ante la posible vuelta de la DEA al país, aunque Paz aclaró que cualquier cooperación internacional se enmarcará en el combate conjunto contra el crimen y en favor de una Bolivia “más segura y libre de lo ilícito”.



