La influencer Tamara Chiunti se convirtió en tendencia nacional este fin de semana luego de publicar un video en el que emitió comentarios despectivos sobre Ciudad Obregón, Sonora, lo que provocó una ola de críticas en redes sociales y el surgimiento del apodo “Lady Fritanga”.
Durante una transmisión en vivo, posteriormente eliminada, la creadora de contenido originaria de Veracruz relató su visita a la ciudad sonorense en tono burlón, calificándola de “pueblito” y afirmando que “todo huele a fritanga”.
Aunque el video fue retirado, otros usuarios lo rescataron y difundieron ampliamente, generando indignación entre los internautas.
“Vengo regresando de Ciudad Obregón y les quiero contar todo… Llegas y ya hueles a fritanga. Al lugar que vayas, wow, como apestas a fritanga. Llegué ayer y mi outfit aún apestaba a fritanga”, dijo entre risas.
Chiunti también cuestionó la oferta gastronómica y hotelera de la ciudad, asegurando que no encontró restaurantes “como de brunch” y que la comida local le pareció “grasosa y refrita”. Incluso, ironizó sobre las costumbres sociales de los habitantes, criticando que “la gente sale a empedarse en domingo”.
“Todo ahí es refrito: frijoles, tortilla, harina… tan grasoso, que tacos en la mañana”, comentó en tono de burla.
Las declaraciones fueron consideradas clasistas y ofensivas por numerosos usuarios, quienes la acusaron de menospreciar la cultura y gastronomía sonorense.
En redes sociales, habitantes de Ciudad Obregón respondieron recordándole la riqueza culinaria del estado, con platillos emblemáticos como la carne asada, las coyotas y el menudo.
Ante la controversia, Tamara Chiunti publicó una disculpa pública, asegurando que sus palabras fueron malinterpretadas y que “jamás fue su intención ofender a nadie”.
Sin embargo, la mayoría de los comentarios rechazaron sus explicaciones, señalando que el tono del video no dejaba lugar a malentendidos.
El episodio, bautizado por los usuarios como el caso de “Lady Fritanga”, reavivó el debate sobre los límites del humor en redes sociales y la responsabilidad de los influencers al opinar sobre comunidades ajenas.
También puso sobre la mesa el tema del clasismo digital, un fenómeno cada vez más visible en el discurso público mexicano.
Con información de Infobae



