Hermosillo, Sonora.- Desde muy temprano, en la tienda Waldo’s que hace casi una semana se incendió en el centro de Hermosillo, dejando 24 personas sin vida y varios lesionados, se acaba de reabrir la circulación.
Sin embargo, el silencio se mezcló con el murmullo de quienes llegaron a dejar flores, encender veladoras y mirar el altar que permanece como símbolo del dolor colectivo.
Entre ellos está Jesús Ruelas, quien se acercó despacio, se quitó el sombrero vaquero y lo colocó del lado de su corazón.
Frente a las fotografías de las víctimas, sus ojos se detuvieron en una en particular: la de Johana, a quien recordó con cariño.
“Era muy buena gente conmigo”, dijo mientras su mirada se perdía en el altar.
Jesús fue cliente recurrente de la tienda Waldo’s, donde Johana trabajaba como cajera, y contó que solía ir a comprar soda, galletas o una bolsa de papitas, y que, cada vez que la veía, ella lo recibía con amabilidad.
“Es la gente buena la que se muere”, murmuró con resignación, mientras las veladoras ardían a su alrededor.
Jesús relató que el día del incendio, cuando llegó a la escena de la tragedia, ya todo estaba cubierto por las llamas y repleto de elementos de seguridad y rescate.
“Ya estaban quemando unos carros ahí… Había bomberos, ambulancias, todo”, recordó con la voz entrecortada.
Aun con el paso de los días, el recuerdo de esa mañana seguía vivo en su memoria, igual que el sentimiento de pérdida: “Lo siento mucho, para allá vamos todos”, expresó en silencio, mirando el altar.
En el sitio, el altar que ciudadanos levantaron permanecía intacto, aún con las veladoras encendidas y las fotografías colocadas durante la marcha del día anterior.
La imagen era conmovedora: mujeres mayores rezaban en silencio, algunas con lágrimas contenidas; hombres se quitaban la gorra o el sombrero al pasar, en señal de respeto; y madres de familia explicaban a los niños lo que había ocurrido, intentando dar sentido al dolor que todavía se respiraba en el ambiente.
Entre los presentes, Nancy Margarita, quien observaba con tristeza la escena, dijo haberse enterado del incendio por televisión y no pudo ocultar su pesar al ver de cerca el lugar.
“Muy feo quedó, la verdad. Una tristeza. Apenas la gente que no tiene corazón, que tenga muy duro el corazón, apenas sabe lo que es la familia, apenas siente el dolor, lo pesado que se sintió”, comentó.
Asimismo, pidió a las autoridades “ponerse más abusados” y revisar los comercios de la ciudad, para evitar otra tragedia de este tipo.



