Con una densa barba negra, lentes fotocromáticos que casi no permitían ver sus ojos y el tradicional uniforme color caqui de la prisión, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, se presentó ante una jueza federal para solicitar el beneficio de libertad anticipada, luego de pasar 3 mil 125 días en prisión por los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero.
“Llevo nueve años de no ver a mis hijos, de no ver a mi familia, de estar aquí cumpliendo mi condena y en lo personal me consideró una persona totalmente lista para reinsertarme en la sociedad”, dijo con la voz entrecortada el exgobernador, ante la jueza de ejecución penal Ángela Zamorano Herrera, del Reclusorio Norte.
A diferencia de otras audiencias en las que ha solicitado salir antes de prisión, la propia jueza federal tomó la palabra para asegurar que, sin prejuzgar la solicitud del exgobernador, era un “hecho notorio” que ya cumplió con más de 95% de su pena y que ya no cuenta con ningún otro procedimiento abierto en su contra, por lo que ya podía solicitar dicho beneficio.
Así, tras celebrar una audiencia que tuvo una duración de más de ocho horas, la jueza aceptó revisar todas las pruebas presentadas a favor y en contra de Javier Duarte de Ochoa a partir del miércoles 12 de noviembre, abriendo un último recurso para que salga de prisión antes de cumplir con su pena de nueve años.

Defensa de Duarte ha logrado cerrar todos los procesos en su contra
Pasadas las 10 de la mañana del lunes 3 de noviembre Javier Duarte se presentó junto con sus abogados ante la jueza Zamorano Herrera, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, para solicitar el “beneficio preliberacional de libertad”.
“En 2018, el señor se entregó voluntariamente. Después accedió a un procedimiento abreviado, solicitado por la propia fiscalía, reconociendo su participación en los hechos. Hoy el Estado mexicano, en coordinación con la Fiscalía de Veracruz, busca a toda costa incumplir con esta promesa”, señaló su abogado defensor Pablo Campuzano.
Desde octubre de 2016, cuando renunció al gobierno de Veracruz y después de que las autoridades mexicanas emitieron una orden de captura en su contra, Duarte se dio a la fuga, pero fue detenido en Guatemala el 15 de abril de 2017 y en julio de ese mismo año fue extraditado a México.
En 2018, el expolítico priista fue sentenciado a nueve años de prisión, tras declararse culpable de los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero, luego de aceptar un juicio abreviado ofrecido por la entonces Procuraduría General de la República para evitar ir a un juicio oral.
Por este motivo, el fiscal Manuel Granados Quiroz, titular de la Fiscalía de Asuntos Relevantes de la FGR, aseguró durante la audiencia del lunes que el exgobernador no se entregó sino que “fue capturado como un prófugo de la justicia”, lo que demostró desde un principio que no quería someterse ante la justicia.
“Por eso insistimos en que aún representa un riesgo para las víctimas y la sociedad en su conjunto; además, enfrenta varios procedimientos penales del fuero común por delitos dolosos que implican que deba estar bajo la figura de prisión preventiva”, dijo.
No obstante, el ambiente de la audiencia cambió radicalmente cuando la jueza describió que el exgobernador tenía otra causa penal a nivel federal, por delitos electorales, así como otras tres causas en el fuero común (de Veracruz), por delitos como el de desaparición forzada, incumplimiento del deber legal y peculado, las cuales están sobreseídas en su totalidad.
“Han pasado 3 mil 125 días desde que ingresó a prisión, eso es un poco más de 95 % de su pena”, por lo que ya podía solicitar el beneficio de libertad anticipada, dijo.
Así, la juzgadora dio paso a que la defensa enlistara las 24 pruebas, documentales y testimoniales, que presentará durante la siguiente audiencia y que incluye la participación de funcionarios en activo del sistema penitenciario, mientras que la FGR presentó 12 pruebas que fueron refutadas en su totalidad por ambas partes.
La jueza calificó como un “total absurdo” la intención de las dos partes de haber pedido excluir todas las pruebas de la otra parte”, por lo que determinó aceptar la presentación de todas y cada una de ellas.
“Sé que cuando el tema político se incorpora al penal, todo se complica”: Duarte
Poco antes de que finalizará la audiencia, Javier Duarte pidió el uso de la palabra para asegurar que la persona más interesada en seguir todos los pasos para recuperar su libertad ha sido él, pidiendo a las autoridades el calendario de actividades dentro de prisión e incluso dando clases de derecho dentro de cárcel a otros reclusos.
“Sin embargo, sé, lamentablemente, que cuando el tema político se incorpora con el tema penal, todo esto se complica. A mí nadie me ha acusado de robar un solo peso, ni siquiera estoy inhabilitado, por eso no entiendo porque el fiscal comienza a hacer calificaciones subjetivas, ajenas a esta audiencia que debería solo delimitarse a ver si cumplo o no con los requisitos para la libertad anticipada”, dijo.
El exmandatario estatal también aprovechó la oportunidad para asegurar que lleva casi nueve años sin ver a sus hijos y su familia por lo que le aseguró a la jueza que lo único que quieres es justicia.
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“Yo no he robado ni un solo centavo. No le quiero hacer daño a nadie. La víctima es el Estado mexicano y al testigo (que declaró en su contra) no le deseo el mal, que Dios lo bendiga. Yo sabía a lo que me exponía al ser gobernador. A otros gobernadores les ha costado esto mismo en estos tiempos tan difíciles, pero a usted lo único que le pido es justicia”, dijo el exgobernador Javier Duarte de Ochoa con la voz entrecortada.




