Hermosillo, Sonora.- Desde hace más de doce años, José de Jesús Salgado Díaz, mejor conocido como ‘El Apá‘, ha mantenido vivo su negocio ‘Los Dorados del Apá‘, un emprendimiento de antojitos que ofrece tamales, tostadas, chimichangas, tacos dorados, entre otras delicias, en la colonia Apolo.
El ‘Apá’ comenzó su emprendimiento al regresar a Hermosillo tras una temporada en Estados Unidos, donde trabajó y también llegó a vender tamales.
Al volver, ingresó a laborar como instructor en un gimnasio cercano a su vivienda, pero las comidas que preparaba para las posadas del lugar despertaron el entusiasmo de sus compañeros.
“Me decían: ‘Debería poner un restaurante’, ‘Cocina muy rico, Apá’. Y así fue como me animé”, recordó.

Durante un tiempo combinó ambos trabajos, pero al notar que la cocina requería mayor dedicación, decidió enfocarse por completo en su negocio.
Desde entonces, Los Dorados del Apá se ha mantenido como una opción de comida casera en la zona, gracias al sazón que José ha perfeccionado por más de tres décadas.
Con el paso de los años, su clientela se ha acostumbrado al sabor y al tamaño característico de sus platillos, aunque las ventas han tenido altibajos.
En las últimas semanas, José ha enfrentado una disminución en el flujo de clientes y también complicaciones personales que lo llevaron a cerrar temporalmente su local.
“Hay días que sí viene gente, otros que son muy pocos, y ha habido días que de plano no llega nadie. Aquí seguimos aguantando”, compartió.
José explicó que recientemente el establecimiento estuvo cerrado durante 21 días por asuntos familiares, y que esta pausa pudo haber afectado la afluencia de clientes.

A ello se suma una nueva preocupación de salud: médicos del Hospital General del Estado le diagnosticaron infartos cerebrales causados por coágulos, lo que requerirá una intervención médica.
“Voy a tener que ser intervenido y estar en reposo unos días, porque no puedo agacharme ni hacer cosas pesadas por lo mismo de la operación. Pero ya que mejore, pienso que con unos diez días de reposo podemos abrir puertas nuevamente”, dijo con optimismo.
A pesar de las dificultades, El Apá conserva la esperanza de salir adelante con el apoyo de la comunidad. Su objetivo, dice, no es recibir caridad, sino que la gente conozca y consuma su comida.
“No espero que me regalen nada, solo que prueben mi comida. Si les gusta, aquí estamos a la orden, que me recomienden y me hagan trabajar”, señaló con una sonrisa.
‘Los Dorados del Apá’ está ubicado en avenida Siete, esquina con Mariano Escobedo, en la colonia Apolo. Su horario habitual es de 6:00 de la tarde a 12:00 de la noche.



