Hermosillo, Sonora.- De las siete unidades con que cuenta el Cuerpo de Bomberos de Hermosillo en sus seis estaciones, todas presentan fallas mecánicas, desde sistemas eléctricos dañados hasta motores sobrecalentados, lo que ha provocado incluso el incendio total de una y un conato en otra.

Aunque el Ayuntamiento y el Patronato de Bomberos anunciaron la llegada de cuatro camiones nuevos, el sindicato considera que el apoyo sigue siendo insuficiente, pues varias unidades actuales tienen más de 20 años de servicio y operan al límite de sus capacidades.
Jesús Fierro, secretario general del Sindicato de Bomberos, informó que actualmente el municipio cuenta con seis estaciones: cuatro en el casco urbano y dos en comunidades rurales, una en el Poblado Miguel Alemán y otra en Bahía de Kino; en total, operan con 200 bomberos de paga, de los cuales 170 son sindicalizados.
Cada estación dispone, en promedio, de una unidad extintora, aunque las centrales concentran un mayor número de vehículos como escaleras, cisternas y camiones de respuesta a incendios de gran magnitud.
Gran parte de estas unidades acumula más de 20 años de servicio y ya no funciona en condiciones óptimas. El parque vehicular actual incluye modelos tan antiguos como 2001, con más de dos décadas de desgaste.
Entre los problemas más recurrentes se registraron fallas en frenos, transmisiones, cableado eléctrico y sistemas de aceleración, además de fugas de aceite y diésel que comprometen el funcionamiento seguro de los camiones. En varios casos, los vehículos se sobrecalentaron al llegar de un servicio o incluso no lograron encender con la rapidez requerida.
“Esta es una unidad que no acelera bien, que no está generando una aceleración adecuada para responder a un llamado y tú sabes que los tiempos de respuesta son importantes. Entonces, pues eso para nosotros es algo que puede poner en riesgo el tiempo de respuesta, los frenados, las condiciones de riesgo en cuanto a condiciones eléctricas, trae daño en los marcadores físicos”.
“Ahorita este vehículo de hecho llegó de la estación central a subir otro carro, pero en cuanto llegó se calentó, entonces pues no es viable”, explicó Fierro.
La consecuencia inmediata de estas deficiencias es la pérdida de tiempo. Un camión que no carga aire de manera adecuada puede tardar dos o tres minutos adicionales en salir de la estación, lo que representa un riesgo crítico en emergencias donde cada segundo resulta decisivo para salvar vidas o controlar un incendio.
“Principalmente ese es uno de los temas más importantes, que nosotros no podamos brindar un servicio adecuado, como lo mencionas, el tema del tiempo de respuesta, un vehículo que no carga aire rápido puede tardar dos o tres minutos más en salir y eso representa una condición de riesgo para el ciudadano si requiere la ayuda de los bomberos”, agregó.
El deterioro ya había provocado incidentes recientes. El pasado 8 de septiembre, la unidad ECO-11 sufrió un conato en su sistema eléctrico mientras se dirigía a atender un reporte en un centro comercial sobre el bulevar Kino.
El percance ocurrió a las 10:55 horas y generó humo dentro del vehículo por un daño en el generador. La falla fue controlada sin registrarse lesionados, pero la unidad quedó bajo observación.
Semanas antes, el 29 de julio, la unidad ECO-12 quedó fuera de servicio tras incendiarse cuando regresaba de sofocar un siniestro de maleza en la colonia La Metalera. Con ello, sumaron dos unidades afectadas en poco más de un mes, lo que encendió las alertas sobre la necesidad de revisar y renovar de manera urgente el estado de los camiones extintores en la ciudad.
En una de las estaciones, una extintora quedó fuera de servicio durante la mañana tras sufrir un desperfecto, por lo que se debió sustituir por otra unidad que tampoco cumplía con las condiciones mínimas de seguridad para operar como vehículo de primera respuesta. Esta situación obligó al sindicato a limitar el uso del camión para no exponer al personal ni a la población.

La estación Norte, una de las que más servicios atiende diariamente —entre 12 y 13 reportes, la mayoría de gran magnitud—, también enfrenta esta problemática. Los bomberos advirtieron que la falta de mantenimiento preventivo y correctivo puede derivar en fallas graves justo en medio de una emergencia.
En cuanto al apoyo económico, los recursos provienen del patronato municipal del Departamento de Bomberos, alimentado por reemplacamiento y licencias, además de la recaudación del gobierno municipal vía impuestos y prediales. A pesar de esto, las aportaciones han resultado insuficientes para renovar el parque vehicular.
El Patronato de Bomberos, encabezado por Alexis Samaniego, anunció la próxima llegada de cuatro nuevos camiones que se encuentran en fase de ensamblaje y que serán distribuidos en distintas estaciones.
Sin embargo, el sindicato consideró insuficiente la cantidad, ya que todas las unidades requieren mantenimientos preventivos que en algún momento limitarán la cobertura operativa.
Después de muchos años, el Ayuntamiento autorizó la compra de cuatro nuevas unidades extintoras modelo 2026, con una inversión de 21 millones de pesos, que podrían llegar entre finales de octubre y mediados de noviembre.
Mientras tanto, las emergencias continúan y los bomberos deben responder con vehículos desgastados que constantemente requieren reparaciones.
Aunque los elementos reconocieron avances en la gestión de recursos, advirtieron que las necesidades superan los apoyos.
Una de las principales demandas es la adquisición de al menos una o dos unidades adicionales este mismo año, ya que las cuatro en camino no serán suficientes para cubrir la demanda operativa de la ciudad.
Mientras tanto, los bomberos de Hermosillo continúan respondiendo a emergencias con lo que tienen a la mano, conscientes de que cada minuto perdido por un desperfecto mecánico puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
