La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que no existen evidencias científicas que relacionen el consumo de paracetamol durante el embarazo con el autismo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recomendó limitar el uso de Tylenol —marca comercial del paracetamol en su país— en mujeres embarazadas y recién nacidos, asociando el medicamento con el autismo, pese a que el sector médico considera el fármaco seguro.
“Ha habido algunos estudios observacionales que han sugerido una posible asociación entre la exposición prenatal al acetaminofén o paracetamol y el autismo, pero la evidencia sigue siendo inconsistente. Varios estudios realizados posteriormente no han encontrado tal relación, y si el vínculo fuera fuerte, probablemente se habría observado de manera consistente en múltiples estudios”, declaró el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic.
El portavoz también enfatizó que la ingesta de cualquier medicamento, especialmente durante el embarazo, debe hacerse bajo supervisión médica, para evaluar las circunstancias individuales y recomendar los productos necesarios.
Diversos expertos y estudios coinciden en que vincular el uso de paracetamol durante el embarazo con un mayor riesgo de autismo carece de pruebas científicas sólidas.
Durante el anuncio de Trump, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos emitió un comunicado asegurando que el paracetamol es seguro y que las enfermedades que se tratan durante el embarazo “son mucho más peligrosas que cualquier riesgo teórico y pueden causar graves problemas de salud”, según escribió el doctor Steven J. Fleischman, presidente de la organización.
La plataforma de divulgación Centro de Ciencia para los Medios (SMC, por sus siglas en inglés) publicó la opinión de siete expertos, incluidos farmacoepidemiólogos, farmacéuticos y genetistas, quienes coincidieron en que la evidencia científica más sólida no respalda un vínculo causal entre el uso de paracetamol en el embarazo y el autismo.
Los expertos destacaron los hallazgos del estudio “Uso de acetaminofén durante el embarazo y riesgo de autismo, TDAH y discapacidad intelectual de los niños”, publicado el 9 de abril de 2024 por un equipo sueco en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA). El estudio, basado en 2,4 millones de nacimientos entre 1995 y 2019, concluyó que el uso de paracetamol durante el embarazo “no se asoció con el riesgo de autismo, TDAH o discapacidad intelectual de los niños en los análisis de control de hermanos”.
“Esto sugiere que las asociaciones observadas en otros modelos pueden haber sido atribuibles a la confusión”, señala el estudio en referencia a investigaciones previas. Los expertos resaltaron la alta calidad de este estudio y la importancia de incluir un análisis con control de hermanos.
Científicos coinciden en que el paracetamol es generalmente seguro para las mujeres embarazadas y útil para tratar dolor y fiebre. Monique Botha, profesora asociada de Psicología Social y del Desarrollo en la Universidad de Durham (Reino Unido), aseguró que “hay muchos estudios que refutan esta correlación” y añadió: “No hay pruebas sólidas ni estudios convincentes que sugieran que exista una relación causal y las conclusiones que se extraen en sentido contrario suelen estar motivadas, carecer de pruebas y no estar respaldadas por los métodos más sólidos para responder a esta pregunta. Estoy excepcionalmente segura de que no existe ninguna relación”.
Por su parte, la Fundación Científica para el Autismo también negó que las evidencias demuestren un vínculo entre el paracetamol y esta condición, que, según la OMS, tiene origen en múltiples factores, incluidos genéticos y ambientales.
En conclusión, las investigaciones científicas y los expertos coinciden en que no hay pruebas sólidas que indiquen una relación entre el consumo de paracetamol durante el embarazo y el autismo.
Con información de EFE