Hebei, China.- Hospitales en las provincias chinas de Hebei y Sichuan, China han inaugurado clínicas especializadas para atender a personas que experimentan ansiedad, depresión y agotamiento relacionados con el entorno laboral.
Las nuevas unidades médicas buscan reconocer el malestar laboral como un problema de salud mental atendible en contextos hospitalarios.
De acuerdo con el diario South China Morning Post, estas clínicas están dirigidas a jóvenes y adultos que expresan no querer ir a trabajar, y ofrecen tratamiento psicológico gratuito y apoyo profesional.
La medida responde a una creciente preocupación institucional por el impacto de las condiciones laborales en la salud mental.
En Qinhuangdao, provincia de Hebei, la clínica surgió como una extensión del programa infantil “no me gusta ir a la escuela”, originalmente enfocado en menores con resistencia escolar.
Ante la demanda de padres y adultos, se desarrolló una versión para trabajadores que enfrentan fatiga emocional, ansiedad, cansancio crónico e inseguridad laboral.
En la provincia de Sichuan, la Cuarta Clínica de la Universidad de Sichuan en Chengdu abrió un centro similar a inicios de julio.
Este atiende de forma ambulatoria, especialmente por las mañanas, a jóvenes empleados que presentan síntomas de tristeza persistente, falta de motivación, fatiga y ansiedad al pensar en sus labores, particularmente al comenzar la semana.
Estas clínicas están integradas en servicios de salud mental de hospitales generales. Son dirigidas por psicólogos y psiquiatras que aplican terapias cognitivas, técnicas de relajación y, cuando es necesario, tratamientos farmacológicos personalizados.
En redes sociales como Weibo, usuarios celebraron la apertura de estas clínicas con mensajes como “¡Al fin un lugar que entiende mi situación!”, reflejando un reconocimiento colectivo del estrés laboral como una preocupación legítima.
La iniciativa ha sido bien recibida por sectores jóvenes, especialmente aquellos nacidos entre 1990 y 2000, que enfrentan jornadas laborales largas, presión competitiva y baja satisfacción personal.