Luego de que el abogado de Ovidio Guzmán, Jeffrey Lichtman, criticara a la presidenta Claudia Sheinbaum por insistir en que Estados Unidos debe informar sobre la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, la mandataria respondió tajante este viernes:
“No hablo con abogados de narcotraficantes, ni con narcotraficantes”
El comentario de Lichtman surgió tras las declaraciones de Sheinbaum en su conferencia matutina del jueves, en las que reiteró que su gobierno seguirá exigiendo a Washington información detallada sobre la captura de Zambada García, ocurrida el 25 de julio de 2024 en Texas.
“Durante 50 años no le interesó llevarlo ante la justicia en México. De repente, ahora que ya no está en México, no para de pedir su regreso”, dijo el abogado, quien representa a Ovidio Guzmán y anteriormente defendió a Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Además, Lichtman acusó a la presidenta de actuar como “el brazo de relaciones públicas” de “El Mayo” Zambada, y criticó que el gobierno mexicano intente involucrarse en los acuerdos judiciales de Ovidio con la justicia estadounidense, luego de que el hijo de “El Chapo” se declarara culpable como parte de un trato de cooperación.
La mandataria también ha cuestionado lo que considera una “falta de coherencia” por parte de Estados Unidos, al señalar que, mientras designa a los cárteles mexicanos como amenazas terroristas extranjeras, al mismo tiempo negocia con sus líderes.
El caso de Zambada ha tensado la relación bilateral. El gobierno mexicano ha solicitado explicaciones por lo que considera una detención sin notificación formal, mientras que autoridades estadounidenses aseguran que actuaron una vez que el capo ya se encontraba en su territorio.
Lichtman, por su parte, retomó el caso del general Salvador Cienfuegos para acusar al gobierno mexicano de haber violado un acuerdo bilateral cuando decidió exonerarlo tras haber sido repatriado por cargos de narcotráfico en EE.UU.
Mientras la disputa política escala, Ismael “El Mayo” Zambada permanece detenido en Nueva York, enfrentando 17 cargos por narcotráfico. Su caso sigue abierto y, a diferencia de otros capos, podría enfrentar una posible condena a muerte, al haber sido arrestado en suelo estadounidense y no extraditado.