Washington, D.C.- El presidente Donald Trump decidió retirar nuevamente a Estados Unidos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), al considerar que el organismo promueve causas culturales y sociales “progresistas y divisivas” que no reflejan los intereses de los estadounidenses, según informó una funcionaria de la Casa Blanca a la cadena CNN.
Anna Kelly, portavoz adjunta de la Casa Blanca, señaló en un comunicado que la decisión responde a la visión del presidente de replegarse de organismos internacionales que, a su juicio, se han alejado de las prioridades nacionales.
“El presidente Trump ha decidido retirar a Estados Unidos de la UNESCO, que respalda causas culturales y sociales progresistas y divisivas que están totalmente desconectadas de las políticas de sentido común por las que votaron los estadounidenses en noviembre”

La salida de Estados Unidos del organismo será efectiva el 31 de diciembre de 2026, detalló por su parte la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.
La funcionaria sostuvo que la permanencia del país en la Unesco “no responde al interés nacional” y cuestionó su enfoque en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una agenda que calificó de “ideológica y globalista”.
“La UNESCO promueve causas sociales y culturales divisivas y mantiene un enfoque desproporcionado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, una agenda que va en contra de nuestra política exterior de Estados Unidos Primero”
El Gobierno de Trump también criticó la admisión del “Estado de Palestina” como miembro pleno de la Unesco, señalando que esta decisión alimenta una narrativa antiisraelí en el organismo internacional. De hecho, uno de los argumentos centrales de la Casa Blanca fue la necesidad de revisar cualquier manifestación de antisemitismo o postura antiisraelí dentro del sistema de la ONU.
Esta decisión marca la segunda vez que Trump ordena el retiro de EE.UU. de la Unesco.
Ya lo había hecho durante su primer mandato, aunque el país se reincorporó durante la administración de Joe Biden. Estados Unidos fue uno de los miembros fundadores de la Unesco en 1945, se retiró en 1984 bajo la presidencia de Ronald Reagan y volvió en 2003 con George W. Bush tras reformas internas en el organismo.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, lamentó profundamente la decisión estadounidense, aunque reconoció que era una posibilidad para la cual ya se habían preparado.
“Esta decisión contradice los principios fundamentales del multilateralismo (…) También contradice la realidad de los esfuerzos de la UNESCO, en particular en el ámbito de la educación sobre el Holocausto y la lucha contra el antisemitismo”, señaló.
Desde Israel, el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, celebró la decisión como un “paso necesario” para frenar lo que calificó como una estigmatización sistemática contra su país dentro de organismos multilaterales.
En contraste, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó su rechazo a la salida de EE.UU. y reiteró su respaldo al organismo.
“Apoyo inquebrantable a la UNESCO, guardiana universal de la ciencia, los océanos, la educación, la cultura y el patrimonio mundial”, publicó en su cuenta de X.
La Unesco es reconocida a nivel mundial por sus programas educativos, la defensa del patrimonio cultural y su emblemática lista de sitios Patrimonio Mundial, que incluye varios en territorio estadounidense, como el Gran Cañón.