Hermosillo, Sonora.- A la vuelta de la calle Plutarco Elías Calles, justo en la esquina con Garmendia, hay un pequeño puesto que resguarda el tiempo: el de Raúl Mendieta, un comerciante de 61 años que, tras más de 25 años de vender distintos productos, decidió hace cinco años aprender a reparar relojes por cuenta propia.
“Yo creo que tengo 4 o 5 años que ya me dedicaba a poner pura pila”, relató, sin embargo, con la práctica ganó experiencia hasta lograr realizar limpiezas profundas en relojes, especialmente en los de mayor calidad, “lo que se lleva más tiempo es hacerle limpieza a los relojes finos, porque te lleva hasta una hora y media”, relató.
Raúl trabaja con cuidado: usa alcohol para limpiar las máquinas, pone piezas nuevas, cambia perillas y se asegura de que el reloj quede funcionando.
“Hay que sacar esto con mucho cuidado porque cuando se pudre se daña”, explicó mostrando una pieza extraída del aparato, producto de múltiples intentos.
Los relojes Cassio son sus favoritos de reparar, admitió: “El más fácil de reparar viene siendo el Cassio, los lavas y duran hasta 25 años”, no obstante advirtió que los relojes de origen chino, los cuales le llevan con frecuencia, no son tan confiables.
A Raúl le han llegado relojes viejos, y con una lavada, unas horas al sol y un poco de dedicación, vuelven a funcionar.
Aunque lo que más vende son las pilas, cuyos precios oscilan entre 40 y 80 pesos, lo que más lo motiva es ver a sus clientes contentos: “Atenderlos bien, que no se vayan descontentos”, dijo.
Lee también: Apoyan el deporte con programa ‘CRECES’ y ‘Jugando Seguro’ en Hermosillo
Aunque sus ventas recaen en la mercancía de su puesto principal, Raúl indicó que no tiene prisa por hacer andar su negocio de reparación de relojes ya que, aseguró, hay tiempo de sobra.