Washington, D.C.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió este martes a Israel detener de inmediato sus ataques contra Irán, luego de que ambas naciones rompieran el alto el fuego anunciado apenas horas antes por la Casa Blanca.
A través de su red Truth Social, Trump lanzó un contundente mensaje en mayúsculas: “ISRAEL. NO LANCEN ESAS BOMBAS. SI LO HACEN, SERÁ UNA VIOLACIÓN GRAVE. ¡TRAIGAN A SUS PILOTOS A CASA, YA! DONALD J. TRUMP, PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS”.

Previo a su partida hacia la cumbre de la OTAN en La Haya, el mandatario ya había expresado su molestia frente a los medios, reconociendo que tanto Irán como Israel habían incumplido los términos del cese de hostilidades.
“Ellos lo violaron, pero Israel también lo hizo”, afirmó, visiblemente irritado. Luego criticó directamente a su aliado: “No estoy feliz si Israel sale esta mañana y lanza una f* bomba por un cohete que quizás fue un error y ni siquiera impactó”.
El acuerdo de alto el fuego, anunciado por Trump el lunes por la noche, establecía un esquema escalonado de 24 horas: primero, Irán debía suspender sus operaciones de forma inmediata; después, 12 horas más tarde, Israel detendría sus bombardeos. Sin embargo, apenas transcurridas unas horas, comenzaron a reportarse nuevos intercambios de misiles, cruce de acusaciones y bajas humanas.
La Autoridad de Aeropuertos de Israel mantuvo cerrado su espacio aéreo tras confirmar ataques, mientras que el Estado Mayor iraní negó haber lanzado misiles, responsabilizando a Israel de bombardeos continuos hasta la mañana del martes.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, declaró que su país había cumplido con todos sus objetivos militares y advirtió que respondería con fuerza ante cualquier nueva agresión. A su vez, un vocero militar iraní acusó a Israel de realizar tres oleadas de ataques tras la entrada en vigor del alto el fuego. Según medios iraníes, en uno de esos bombardeos murió Mohammad Reza Seddighi Saber, destacado científico del programa nuclear iraní.
Trump, por su parte, defendió públicamente a los pilotos estadounidenses que bombardearon las instalaciones nucleares iraníes el fin de semana anterior: “Los pilotos de los B-2 hicieron su trabajo mejor que nadie. Ese lugar está demolido, bajo roca. Fue de noche, sin luna, y acertaron cada uno de sus objetivos”, sostuvo.
Minutos después, Trump emitió una nueva orden en Truth Social: “ISRAEL no va a atacar a Irán. Todos los aviones darán la vuelta y regresarán a casa, haciendo un amistoso ‘saludo aéreo’ a Irán. Nadie saldrá herido, el alto el fuego está en vigor. ¡Gracias por su atención a este asunto!”.

Acto seguido, publicó otro mensaje más desafiante: “¡IRÁN NUNCA RECONSTRUIRÁ SUS INSTALACIONES NUCLEARES!”, una advertencia directa no solo para Teherán, sino también para sus aliados regionales.

En medio del caos, se confirmó que el lunes Irán disparó misiles contra una base militar estadounidense en Qatar, aunque habría advertido con antelación al gobierno de Washington. No se reportaron víctimas.
La tregua había sido recibida con alivio por actores clave como Arabia Saudita, Egipto, la Unión Europea y China, que habían llamado a resolver el conflicto por la vía diplomática. El acuerdo fue fruto de intensas gestiones de la administración Trump, con la participación del vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial Steve Witkoff.
Sin embargo, el panorama sigue siendo altamente volátil. Trump lo resumió sin filtros:
“Tenemos dos países que han estado peleando tanto tiempo que ya no saben lo que están haciendo”
Mientras tanto, Estados Unidos continúa evacuando a sus ciudadanos de la región: hasta el momento, al menos 250 personas han sido trasladadas a través de vuelos militares y chárter. La amenaza de una nueva escalada permanece latente y el alto al fuego, cada vez más frágil.