El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) vigiló a agentes e informantes de la Administración de Control de Drogas (DEA) durante el juicio contra Rubén Oseguera González, alias el Menchito, reveló este martes Matthew W. Allen, jefe de la División de la DEA en Los Ángeles, durante una audiencia ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos.
Allen señaló que, como represalia directa por la detención y proceso judicial del hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, el CJNG desató una ola de violencia tanto en Estados Unidos como en México.
“Como resultado directo de la captura y el proceso contra ‘el Menchito’, el CJNG contraatacó en México disparando contra la esposa y asesinando a la hija de un informante colaborador, y asesinando a un soldado del Ejército mexicano”, expuso el funcionario.
La vigilancia se llevó a cabo durante el juicio realizado en Washington, mientras Rubén Oseguera enfrentaba cargos por tráfico de drogas. En marzo pasado, fue sentenciado a cadena perpetua en una corte federal.
Infiltración y amenaza transnacional
Durante su comparecencia, Allen denunció una “infiltración a gran escala” por parte de organizaciones criminales transnacionales como el CJNG y el Cártel de Sinaloa, principalmente en el sur de California, y calificó a estos grupos como “imperios criminales paramilitares”.
“No solo son los principales productores de drogas sintéticas del mundo, sino que son imperios criminales paramilitares que operan con alcance global, logística corporativa y violencia en el campo de batalla”, afirmó.
El alto funcionario enfatizó que la amenaza no es teórica, sino tangible y letal.
“Este horrible acto de venganza subraya la amenaza que estos terroristas representan para la seguridad de Estados Unidos adversarios que matan sin vacilar y que traspasan fronteras con impunidad”, alertó.
La historia de violencia detrás de ‘el Menchito’
Rubén Oseguera González es hijo de el Mencho, líder del CJNG y uno de los criminales más buscados por las autoridades estadounidenses y mexicanas. A ambos se les atribuyen actos de extrema violencia, incluido el derribo de un helicóptero militar en 2025.
En ese ataque perdió la vida la mayoría de los ocupantes, excepto Iván Morales Corrales, exsuboficial de la extinta Policía Federal, quien sobrevivió y testificó en el juicio contra el Menchito. Sin embargo, en abril pasado, Morales fue asesinado en una carretera de Temixco, Morelos, mientras viajaba acompañado de su esposa.
El caso ha reavivado el debate sobre la clasificación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, así como el riesgo que representan para la seguridad nacional de Estados Unidos.