Ernesto Fonseca Carrillo, alias ‘Don Neto’, exlíder del extinto Cártel de Guadalajara y vinculado al caso del asesinato del agente de la DEA ‘Kiki’ Camarena, quedó en libertad tras cumplir su condena de 40 años de cárcel.
En conferencia matutina desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el excapo cumplió su condena en su domicilio, donde permanecía desde 2016, año en el que salió de la cárcel y recibió prisión domiciliaria por su estado de salud.
Sobre si Estados Unidos estaría solicitando su extradición para responder ante la justicia norteamericana por diversos delitos pendientes en ese país, la mandataria dijo desconocer si el gobierno de Donald Trump o agencias de seguridad de esa nación estén detrás de Fonseca Carrillo.
¿Quién es ‘Don Neto’?
Ernesto Fonseca Carrillo, apodado “Don Neto”, es una figura histórica en el mundo del narcotráfico mexicano. Nacido el 1 de agosto de 1930 en Badiraguato, Sinaloa, se convirtió en uno de los pioneros del crimen organizado en México.
Junto con Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo, fundó el Cártel de Guadalajara en la década de 1970, una de las primeras organizaciones criminales en establecer rutas masivas de tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Su influencia y poder crecieron gracias a su habilidad para negociar con autoridades corruptas y su control sobre el comercio de marihuana y cocaína.
El evento más infame relacionado con Fonseca Carrillo ocurrió en 1985, cuando estuvo implicado en el secuestro, tortura y asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, un agente encubierto de la DEA que investigaba las operaciones del cártel. Este crimen desató una fuerte respuesta internacional, especialmente de Estados Unidos, que presionó a México para capturar a los responsables. Don Neto fue arrestado ese mismo año y condenado a 40 años de prisión por su participación en el asesinato y por cargos relacionados con el narcotráfico. Aunque no era el líder principal del cártel, su rol como estratega y negociador fue crucial para su funcionamiento.
Tras décadas en prisión, Ernesto Fonseca Carrillo, de 94 años, fue liberado el 5 de abril de 2025 tras cumplir su sentencia. Aunque su salud es frágil y el Cártel de Guadalajara ya no existe como tal (habiendo dado paso a nuevas facciones), su nombre sigue siendo sinónimo de la época en que los cárteles comenzaron a dominar el panorama criminal, dejando una huella imborrable en la historia del crimen organizado.