Hermosillo, Sonora.- Con el objetivo de preservar la cultura de los organilleros en México, Rafael, Estela y David visitaron por primera ocasión la ciudad de Hermosillo para compartir un poco de este legado a los sonorenses.
Originario del estado de Oaxaca, Rafael es un joven de 29 años que llegó a Ciudad de México y aprendió del tradicional oficio que consta de tocar un organillo, instrumento musical que funciona a base de aire y tiene por encima un teclado. En su interior se encuentra un rollo con notas musicales que, cuando se gira, el mismo viento que ingresa hace sonar los silbatos y bajos que se incluye en sus componentes.

Rafael llegó acompañado por Estela y David, quienes provienen de Sinaloa, específicamente de Mazatlán y Los Mochis, quienes cuentan con la misma misión.
El organillero expresó que esta es una tradición de Ciudad de México y el instrumento toca alrededor de ocho canciones como “Eufemia”, “Cien años”, “Cielito lindo”, “Cartas Marcadas, “Mi Cariñito”, “Ay Chabela” y “Las Mañanitas”.

“Ya se está perdiendo la tradición, ya hay unos que no le hacen caso y hay unos que los más grandes nos siguen apoyando, pero ya los niños no le dan tanta importancia y es es lo que nosotros tratamos para que los niños y jóvenes conocen, que es bonito el organillo, que toca bonito”, mencionó Rafael.
El músico mencionó que una vez terminada su misión en Sonora, irán a Chihuahua, después a Torreón, para al fin volver a Ciudad de México. Rafael finalmente agregó que la gente de Hermosillo los podrían apoyar con donativos económicos, pues se encuentran en los cruces tocando para los vehículos y transeúntes, compartiendo lo que es la melodía de un organillo.