Estados Unidos es un país muy complejo, diverso y difícil de entender. Pero en la elección de este año 2024 la clave es la composición racial de los Estados Unidos y el proyecto de país que los electores apoyan. Básicamente hay dos opciones: mantener el país de hegemonía blanca y aceptar el destino como país multiétnico.
Composición racial de los Estados Unidos
Estados Unidos tiene una población total de 335 millones. Tradicionalmente la población de raza blanca ha sido la mayoría y la dominante. Pero hay otras minorías raciales que le vienen pisando los talones. Actualmente el 20% de la población es de origen llamado hispano o latino. Los de raza negra son el 14% y el restante 10% son asiáticos, nativos americanos o mezclados.
En general, la población crece a una tasa de 1% anual, pero unos grupos raciales crecen más que otros. Los hispanos crecen casi al 1.8% anual y, además, es el grupo racial con más inmigrantes. De modo que, dependiendo de las corrientes migratorias, en poco más de una década, ningún grupo racial tendrá la mayoría absoluta, es decir más del 50%.
Entonces E.U. será, irremediablemente, un país multiétnico. Esto puede ser interpretado de diferentes maneras. Para unos es una amenaza y significa la decadencia de los Estados Unidos. Pero para otros, significa una oportunidad y una fortaleza del sueño estadounidense. Estas diferentes percepciones son las que determinan actualmente las preferencias electorales.
El país blanco imaginario de Trump
El lema de Trump es “hacer a los Estados Unidos grande otra vez”. Aquí el énfasis está en volver al pasado grandioso que brilla en el imaginario de los estadounidenses, y ese pasado grandioso es un país WASP, es decir un país blanco, anglosajón y protestante.
Lo grandioso va ligado a la superioridad racial de los blancos. Los morenos u otras razas diferentes a la blanca significan la decadencia de los E.U.
Cuestión de checar el mapa electoral de los estados de la Unión Americana para ver claramente que los estados que apoyan más a Trump son los del Midwest (el centro alejado de las costas) y aquellos en donde predomina la población blanca de origen europeo.
De ahí la gran preocupación por controlar y detener la inmigración y el estereotipo de los inmigrantes latinos deben de ser detenidos y rechazados en la frontera.
Si gana Trump tratará no solo de detener la migración latina sino incluso de expulsar a muchos que ya son residentes de los E.U.
Estas políticas y su ejecución afectarán gravemente a México. De hecho, México ya es el receptor de la mayoría de los expulsados de Estados Unidos y la inmigración a los Estados Unidos puede dejar de ser la válvula de escape para los mexicanos en pobreza.
El país multiétnico de Kamala Harris
En cambio, el lema de Kamala Harris es “Cuando peleamos, ganamos” (When we fight, we win) promueve la cultura del esfuerzo. Ella misma, como persona de raza mezclada, es símbolo del país multiétnico en que se están convirtiendo los Estados UnidosLa población no blanca cada vez participa más en política y gana cada vez más espacios.
Al observar el mapa electoral de los estados de la Unión Americana se aprecia que los estados con más población no blanca y más inmigrantes, como California, Nueva York y las costas, son los estados que están definidos por Kalala Harris.
La gran ventaja de los demócratas es que la tendencia multiétnica no se puede detener y el país con diversidad racial va a llegar irremediablemente. Por eso, Kamala habla de también de esperanza para la clase trabajadora.
Probablemente, Kamala sea también dura en el combate a la inmigración ilegal. Pero seguramente será menos racista que Trump. Definitivamente, Kamala Harris significa menos prejuicios y menos problemas para México.
En cinco días veremos que tipo proyecto de nación es el que gana esta elección.