Sus ojos parecían los de un maniquí a punto de desorbitarse y sus manos temblaban al cruzar la puerta del salón de plenos del Senado para iniciar la discusión histórica de la Reforma al Poder Judicial, a la que al oficialismo solo le faltaba un voto.
Bastaba ver quienes escoltaban al hasta hace no mucho temible político de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, para acabar con la sospecha de que él terminaría siendo el traidor del bloque de los 43 senadores de oposición agrupados para impedir la demolición del único poder que le faltaba controlar a Morena.
Los impresentables Félix Salgado Macedonio y Óscar Cantón Zetina no fueron comisionados nada más porque sí para hacerse cargo del panista. Poseedores de un perfil y principios más o menos similares, parecían llevarlo secuestrado -sin celular- hacía su escaño para que luego en tribuna fijara su apoyo al proyecto de López Obrador.
—¡Yunes, Yunes, Yunes— era ovacionado por los morenistas conforme caminaba, algo que ningún lopezobradorista pensó que llegaría a hacer. El simple hecho de pensarlo seguro les habría revuelto el estómago. Pero de un día a otro las negociaciones en política logran hacer que el asco se pierda.
Estaban excesivamente felices en Morena y sus aliados del PT y PVEM de estrenar entre sus filas al senador al que todos estos años acusaron de pedófilo, corrupto, asesino y otros calificativos, pero que pudo salir bien librado por el entonces cobijo de gobiernos como el de Fox, Calderón y Peña Nieto.
En cambio, del otro lado entre senadores del PRI y del PAN las caras estaban largas, deprimentes y llenas de odio hacía su ex amigo o aliado al que le gritaban:
—iYunes traidor, te vendiste al dictador! ¡Pudiste pasar como héroe pero ahora es un traidor!– no faltó el panista que se lo restregó de frente.
Ese es el problema en la clase política mexicana de ver así a sus propios villanos y héroes, a los que alimentan con impunidad. Ahora el morenismo termina elogiando a Yunes Linares, al que el PAN de Marko Cortés, le dio la senaduría a él y a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, para darles supuesta inmunidad gozando de fuero, pero que al haberle torcido el brazo desde la bancada de Adan Augusto López ahora llenan de gloria a su líder y al movimiento que con esto se hace del manejo del Poder Judicial.
Después de interrumpirse la sesión en el Senado debido a protestas de trabajadores del Poder Judicial que ingresaron al recinto, reapareció Miguel Ángel Yunes Márquez, quien había pedido licencia dizque por motivos de salud y por eso entró como su suplente su papá Yunes Linares. El hijo era quien al cierre de esta columna se disponía a emitir el voto que le faltaba a Morena en favor de la Reforma Judicial.
Uppercut: “Hubiera sido más decente, querido amigo, que nos dijeras: ‘los voy a traicionar. Recuerdo cuando fuimos al Café de la Parroquia a defender a tu hijo. Ahora los veracruzanos te llamarán traidor”: Marko Cortés, presidente del PAN.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
COLABORADOR
CONTRALASCUERDASMX@GMAIL.COM
@ALEXSANCHEZMX