En realidad, en el mundo por año se observan 2 eclipses de sol como mínimo, llegando a observarse hasta 5 desde algún lugar del planeta.
Hace 33 años el 11 de Julio de 1991 los mexicanos observamos uno de los eclipses solares más largos, hasta este nuevo “total de sol”, que fue visto el 8 de abril del 2024 y se disfrutó completo desde Mazatlán hasta Coahuila.
Pero, ¿qué ha pasado en México entre los dos eclipses solares? Desde entonces los habitantes de este país hemos vivido Tratados Económicos Internacionales, visitas del Vaticano, Temblores, Huracanes, el EZLN, el magnicidio de un candidato presidencial , el triunfo de Fox, la guerra del narco, el regreso del PRI, la captura de chapo, la entrada del crack, el gobierno abierto, el surgimiento de morena, la llegada de la 4T, el encarcelamiento de políticos, las reformas, los desaparecidos, la gran pandemia de COVID, el movimiento LGBT incluyendo el empoderamiento de la mujer al grado que hasta ya van por la silla presidencial.
Cuando el eclipse del ´91 también fue año de elecciones. El entonces recién estrenado Instituto Federal Electoral (IFE), como organismo público, autónomo, fue el responsable de cumplir con la función de organizar las elecciones con las fuerzas existentes más importantes de PRI, PAN, PRD y el desaparecido Pfcrn. Estaban en disputa el Senado de la República, la Cámara de Diputados y algunas gubernaturas de los Estados entre ellos Sonora. El mandatario de México era Salinas y el de Estados Unidos era el primer George Bush presidente; además de que después de un fallido intento de golpe de Estado, el 25 de diciembre del 91, Mijaíl Gorbachov anunció su dimisión como presidente de la URSS y todas las instituciones soviéticas dejaron de funcionar.
Era justo el tiempo en que la telefonía celular se expandió aceleradamente por todo el territorio nacional, con una gran acogida por el público usuario; la cobertura de los teléfonos celulares ya era completa en todo el país y se distinguió el uso de los NEC 700. Para la elección del 94 se observaron los radios teléfonos NEXTEL, y para la elección de 1997 aparecen los teléfonos “flip” conocidos como los Star Tack, cuando también se posiciona el uso de mensajes de texto cubiertos por el sistema “beeper”. En el 2000 comienzan los niños a sumarse a la red de usuarios de telefonía celular con el económico NOKIA y la línea pre-pago.
La nueva revolución de los teléfonos se dio con la llegada del BLACKBERRY, que se popularizó en la elección del 2003 con sus mensajes encriptados, desapareciendo el sistema beeper y con ellos llegó la cámara en el celular y el internet a la telefonía.
Las fotografías de teléfonos aparecen en las plataformas de Facebook sin gran calidad, pero con mucho impacto electoral. Las siguientes elecciones fueron influenciadas por la aparición de los i-PHONE Y LOS ANDROID que volvieron de cada persona un potencial reportero e informante, respaldados por el poderoso WHATSAPP; llegamos al 2024 sumados a las famosas APP´S o aplicaciones que ya le permiten al usuario ser productor de los “contenidos” para las hoy poderosas redes sociales. En la puerta de entrada de este tiempo está la Inteligencia Artificial, que seguro guarda para la elección siguiente una gigantesca influencia.
Los teléfonos inteligentes no existían en aquel 1991, tampoco el internet, el google, las redes sociales, las tabletas ni los lectores digitales, ni las pantallas planas e inteligentes; tampoco había NETFLIX ni las otras plataformas para películas y diversión visual o comercio y servicios “ON LINE” y por supuesto que el ZOOM era impensable.
Lo que sí existía, son los problemas de inseguridad, la gran demanda de cobertura de servicios de salud y educación. También había fenómenos de migración hacia Estados Unidos por falta de empleo y así mismo, la violencia a niños y mujeres. Entre los dos eclipses de México existe una gran evolución tecnológica en la que solamente se han socializado los problemas de los mexicanos. La prosperidad y el crecimiento son una promesa no cumplida. Habrá una mujer presidente a partir de este año. Pese a la división idealista, el fenómeno será un gran reto. Esperemos