Hermosillo, Sonora.- Con el fin de preservar la historia y el patrimonio cultural de la entidad, la Asociación de Cronistas Sonorenses expuso los esfuerzos realizados para rescatar la casona vieja del poblado de San Javier, la cual data del siglo XVIII, en donde además se construye un museo comunitario.
José Omar Montoya Ballesteros, actual presidente de la Asociación, compartió para Proyecto Puente que a lo largo de los 33 años de existencia de la agrupación se han dado a la tarea de promover, difundir y conservar la historia de las poblaciones y comunidades de Sonora por medio del acercamiento directo con su gente.
“Hacemos un trabajo colectivo asesorando a los cronistas de los municipios, pero hay esfuerzos individuales de cada uno de ellos, por ejemplo, uno de ellos es este rescate de la casona del municipio de San Javier”, externó.
Montoya Ballesteros, quien también es cronista de Huépac, contó que uno de los integrantes de la asociación, Juan Portela, originario de San Javier, se animó a dejar su oficio tras varias visitas a su terruño y comenzó a trabajar en la mina del municipio para rescatar una casa que se encontraba al borde del colapso.
“El cronista de ahí nos comentaba que cada que veía la casa en sus visitas a San Javier, se cuestionaba cómo es que se iba a perder ese patrimonio cultural, cómo iba a permitir que se dejara caer, y se preguntaba qué podía hacer. Entonces nos platicó que dejó su empleo en Hermosillo y contactó con los familiares, se la prestaron y él con su esfuerzo comenzó a reconstruirla”, explicó.
El presidente de la Asociación de Cronistas Sonorenses señaló que esta agrupación nació en 1991, cuando los cronistas de ese tiempo se reunieron para hablar sobre el rescate cultural e histórico de Sonora, y desde entonces se extendieron por casi toda la entidad, faltando solo 18 de los 72 municipios.
“La idea es seguir creciendo, tener nuestro propio espacio, como la Sociedad Sonorense de Historia tiene la Casa Uruchurtu, entonces es tener un lugar donde profesionalizar la función del cronista, dentro de esos trabajos también tenemos la difusión, y además de estar asesorando o apoyando a los cronistas con lo que necesiten en su municipio”, apuntó.
Montoya Ballesteros mencionó que uno de los fines de la asociación es aglutinar a todos los cronistas de Sonora, así como promover la existencia de los mismos en los municipios, y que no se pierda esa función dentro de las comunidades, pues es a través de los cronistas que se da seguimiento a la historia general, pero también popular de las diversas comunidades.
“Antes del 2020 la Ley de Cultura sólo mencionaba al cronista municipal, pero a partir de una iniciativa, quedó establecido en ella que cada municipio debe de tener a su cronista y se establece ahí las reglas a seguir, los requisitos, entonces cada comunidad elige a su cronista”, expuso.
El representante de la asociación estatal destacó que actualmente se tiene 51 por ciento de cronistas con el nombramiento de acuerdo a la ley vigente, 16 por ciento se encuentran registrados como honorarios, y 6 por ciento están en proceso de validación.
“Se ha avanzado bastante, pero ese es uno de los retos, avanzar y que todos los municipios de Sonora, tengan representatividad, a su cronista, pero sobre todo que esté de acuerdo a la ley”, enfatizó.
Añadió que la respuesta de la gente de las diferentes poblaciones donde tienen presencia ha sido muy buena, pues ellos mismos tienen el interés de compartir lo que ellos han resguardado por años, como es en el caso del proyecto turístico de San Javier, donde se han regalado algunas piezas que las familias preservan.
“Como miembro de una comunidad, y uno como persona se siente orgullosa de su patrimonio, de su cultura, pero sobre todo de que la difundan, de que la escriban, entonces el sentido que le dan de pertenencia a ese lugar hace que ellos se sientan orgullosos”, expresó.
Finalmente, destacó que algunos de los logros obtenidos en los 33 años de la asociación es un libro que recaba 25 microhistorias de los municipios del estado de parte de sus respectivos cronistas, llamado ‘Terruño Sonorense’; la adquisición de un espacio de convivencia y trabajo en la Casa de la Cultura.
También se han desarrollado plataformas y páginas donde se albergará una memoria digital de las poblaciones, capacitaciones para los integrantes de la asociación, y en lo próximo ser sede del Encuentro de Cronistas del Pacifico Norte.