Pierre Agostini, Ferenc Krausz y Anne L’Huillier ganaron el premio Nobel de Física por estudiar las partes diminutas de cada átomo que giran en torno a su núcleo.
Este campo algún día podría contribuir a mejorar los dispositivos electrónicos y los diagnósticos de enfermedades.
Los electrones se mueven tan deprisa que aislarlos se escapa de la capacidad humana, pero al observarlos en la fracción de tiempo más pequeña posible, las y los científicos ahora tienen una imagen “borrosa” de ellos y abre una nueva dimensión de la ciencia.
“Los electrones son muy rápidos y (…) son en realidad la fuerza de trabajo para todo”.
Una vez se pueden controlar y comprender los electrones, se ha dado un gran paso adelante”, explicó el miembro del Comité del Nobel, Mats Larsson.
Sus experimentos “han dado a la humanidad nuevas herramientas para explorar el mundo de los electrones dentro de átomos y moléculas”, según la Real Academia Sueca de las Ciencias.
Han demostrado una forma de crear pulsos extremadamente cortos de luz que pueden utilizarse para medir los rápidos procesos con los que los electrones se mueven o cambian de energía”.
“Esto es lo más prestigioso y estoy muy feliz de recibir este premio”, es increíble”, dijo L’Huillier, quien es la quinta mujer que gana un Nobel de Física.
jo que estaba impartiendo una clase cuando recibió la llamada sobre su premio, y bromeó con que había resultado difícil completar la lección.
“Como saben, no hay muchas mujeres que hayan conseguido este premio, de modo que es muy especial”, agregó.