“No llores por mí Argentina” es el título de una hermosa canción cuya letra fue compuesta por Tim Rice inspirada en los emotivos discursos de María Eva Duarte de Perón y popularizada en la obra de Andrew Lloyd Webber un inglés hoy de 65 años de edad, quizá el más famoso compositor, escritor, autor, productor y director del mundo, realizador de numerosas obras de teatro de finales del siglo xx.
¿Pero qué hay detrás de este gran musical que le ha dado la vuelta al mundo? Pues una gran historia: “EVITA” traza la historia de Eva Perón, esposa del dictador argentino Juan Perón, desde sus humildes comienzos hasta la extraordinaria riqueza, poder y grandeza que finalmente la llevaron a ser anunciada como la “líder espiritual de la nación” por el pueblo argentino.
Eva nació el 7 de mayo de 1919 en el pueblo de Los Toldos, Argentina, como la menor de cinco hermanos producto de una entonces señalada “unión libre” de sus padres, lo cual propició el abandono de su padre cuando ella tenía tan solo un año, en medio de una gran pobreza y por increíble que en estos tiempos parezca, el estatus legal y social etiquetaron la su dura existencia.
Pero eso no impidió a su paso por Buenos Aires iniciada como actriz, que se convirtiera en copropietaria de una empresa de radio y en una de las actrices de radio mejor pagadas del país y al grado que en 1943 fue una de las fundadoras del Sindicato Radiofónico Argentino, a la corta edad de 24 años.
En su papel de primera dama del pueblo argentino, el año ´47 fue famosa su reunión con los jefes de Estado Europeo que se conoció como “Rainbow Tour” que incluyó encuentros pon el papa Pio XII y Francisco Franco.
Su discurso irrumpió con ideas en nombre de los derechos laborales y a favor del sufragio femenino, lo que la llevó a formar el llamado Partido Peronista Femenino y mientras que, de manera informal dirigía los Ministerios de Trabajo y Salud con la complacencia de un pueblo que la adoraba.
A 8 décadas de Eva Perón, Latinoamérica y específicamente México, experimenta la inserción total de la mujer en la vida pública del país ya con rutas visibles a ocupar la silla presidencial. Recientemente el Estado de México, experimentó el fenómeno de “mujer contra mujer” en la contienda por la gubernatura de esa Entidad. Aunque al juzgar por los debates Si, estuvimos ante nosotros una confrontación de capacidades, pero el resultado electoral poco tuvo que ver con el currículo o prestigio de cada una de ellas, sino con la fuerza política de los equipos que representaban o respaldaban.
Mucho se comentó durante décadas del potencial natural de gobierno de la mujer antes de que esta ofreciera una historia que hablara de sus hechos como jefe de estado. Hoy la verdad contada es que su condición de mujer no ofrece garantía alguna frente a los ancestrales temores de eventos de corrupción o participación indiscriminada de los poderes fácticos, con lo que concluimos que materialmente es lo mismo: algunas si, otras no.
Lo decimos porque salta a la vista que el espectáculo de la mujer en la escena política de este país parece estar teniendo una nueva temporada en la carrera presidencial. Sólo que parece ser que ocupar la candidatura presidencial es una vara mucho más alta de brincar, sobre todo en la arena de posibilidades reales.
Por el lado del género han sido candidatas a la presidencia de México, Rosario Ibarra de Piedra 1982 y 1988, cuando De la Madrid y Salinas, Cecilia Soto y Marcela Lombardo en 1994 cuando Zedillo, Patricia Mercado 2006 cuando Calderón, Josefina Vázquez Mota en 2012 cuando Peña Nieto, y Margarita Zavala 2018 cuando López Obrador.
En honor a la verdad, solamente Josefina estuvo en la línea de la posibilidad y no sólo en la tarea de abrir brecha, resultado del apoyo y venia del entonces presidente de mexicano.
A pesar de que pudiéramos decir que la aguja del tiempo puede apuntar hacia la posibilidad abierta hacia una mujer en la candidatura presidencial, la realidad es aplastante es hacia otros elementos que no se dirigen a los personajes por su género necesariamente y eso, hasta cierto punto es bueno. Hace unos días escuchamos a un precandidato contestar la pregunta que, “si quería ser candidato a la presidencia”, y él con gran exactitud dijo, “lo que quiero es ser presidente”, lo que pasa es que primero tengo que ser “candidato”; porque como es visible, esa privilegiada posición en que pudiera alguien llegar, se vende muy cara y quizás no sólo se trate de dinero; y conste que todavía no se habla de ganar.
Lo que, Si es una tragedia, es que las últimas décadas uno de los elementos a pactar es el destino del gobernante que sale y eso para tristeza del ciudadano ha sido la llave maestra que ha re-dirigido el rumbo de los procesos electorales recientes y los ha vuelto tan indescifrables.
Volviendo a la amada Eva Perón, en 1951 anunció su intención de postularse para la vicepresidencia, recibiendo un fuerte apoyo de la base política peronista y de los argentinos de clase trabajadora y de bajos ingresos. Sin embargo, los problemas de salud y la oposición política de los militares y de la clase alta argentina, hicieron que retirara su candidatura.
Con tan solo 33 años de edad la gran Eva Perón muere a consecuencia de cáncer de cuello de útero que padecía el 26 de julio de 1952 y fue velada en el Congreso de la Nación y en la Confederación General del Trabajo. Tuvo un evento multitudinario nunca antes visto en el país, pero cuerpo fue secuestrado por la dictadura cívico-militar autodenominada «Revolución Libertadora» en 1955, ocultándolo durante dieciséis años.
Escuchar “No llores por mí Argentina” es un homenaje al corazón poderoso de toda mujer con verdadero espíritu de servicio. La inspiración de autor fue impactada profundamente por la existencia de esta excepcional mujer de habla hispana nacida de este lado del mundo. Tal vez lo que sigue es volverla a escuchar y quizá recordemos qué significa verdaderamente “hacer diferencia”. ¿Va?