Escuché la versión de que el sacerdote de Apatzingán Goyo López hasta se pintaba los labios de carmín y se disfrazaba con el hábito de monja para despistar a sus enemigos y poder salir de la catedral sin que lo cosieran a balazos.
—¡De monja no!—, me dijo muy serio el padrecito y luego soltó una sonrisa que dejó ver sus dientes blancos y fuertes como para quebrar nueces.
—¿Entonces de qué se disfrazaba, padre?
Y ya no contestó. Hizo como que la Virgen le hablaba. Pero supe que se hacía pasar hasta de mendigo encorvado para alejarse.
Era 2014 y ya llevaba cerca de 10 años denunciando a la delincuencia en los pueblos que empezaban a controlar la zona. Imponían su propia ley: cobraban cuotas por la venta de cabeza de ganado a pie, por la venta de carne por kilo.
Decían cuando se dejaba de cortar limón y cuando se volvía a cortar para controlar los precios en el mercado.
A partir de entonces lo acompañé algunas semanas a todas horas por donde se moviera.
Y sí. Despistaba a sus enemigos. También en un mismo trayecto se cambiaba de camionetas y autos. Se había sumado al movimiento armado de Hipólito Mora y el doctor Mireles contra Los Caballeros Templarios.
Desde el púlpito de la Iglesia con chaleco antibalas puesto dijo:
“Yo ya no puedo seguir pregonando la palabra de Dios en un lugar que apesta a muerte, donde las madres desconsoladas todos los días me llegan llorando porque asesinaron a sus hijos o se lo llevaron los de Los Templarios. Saquen sus armas y defiéndanse”.
Se ganaba la simpatía de los feligreses que terminaban echándole la bendición al sacerdote antes de que éste cruzara la puerta de salida para irse a otras comunidades a promover el movimiento de autodefensa.
Ayer hablé con el sacerdote por teléfono.
Me dijo que a 10 años del inicio de la lucha la situación está peor porque de un grupo criminal que dominaba Michoacán, ahora hay 14 disputándose la plaza por el tráfico de minerales con destino a China y la introducción clandestina de precursores químicos para fabricación de drogas sintéticas.
El padre Goyo teme por su vida, pero no va a bajar la guardia. Ahora estudia purépecha y se mueve por las regiones promoviendo un sistema de autogobierno por la indolencia de las autoridades para evadir el fondo del problema de Michoacán.
Va a seguir con su fundación llamada CRISTOS (Ciudadanos Responsables de Impulsar el Sano Tejido del Orden Social) con una resistencia pacífica activa para apoyar a las comunidades para pasar de autodefensas a autogobierno.
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UPPERCUT: Marcelo Ebrard vuelve a desafiar la Ley Electoral. Con la presentación de un proyecto de gobierno este lunes en caso de ganar las elecciones de 2024.
Los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) anotarán un elemento más en su agenda para valorar
si le niegan el registro como precandidato o candidato en caso de que logre que algún partido lo postule para la elección de 2024.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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