Ebrard es hasta hoy un perfil confiable para empresarios nacionales y extranjeros, que goza de buena interlocución con el gobierno de Joe Biden, pero un radical se perfila para quedarse como interino de la SRE.
La renuncia del canciller Marcelo Ebrard al gabinete de López Obrador centró el análisis y las opiniones en el madruguete para buscar la candidatura presidencial y meter en aprietos a Morena y al resto de las corcholatas que buscan suceder al presidente tabasqueño en Palacio Nacional, pero además de tener una fuerte connotación para la política interna y las elecciones de 2024, pocos están leyendo el cambio en la Secretaría de Relaciones Exteriores y la relación con Estados Unidos.
Ebrard es hasta hoy un perfil confiable para empresarios nacionales y extranjeros, que goza de buena interlocución con el gobierno de Joe Biden. Sin embargo, ahora ese puente de comunicación puede quedar cerrado, aun cuando permanezcan perfiles que han tomado experiencia y relaciones moderadas como Roberto Velasco.
El cambio en la cancillería de por sí es clave, pero no se puede quitar el ojo sobre cualquier cambio en la Unidad para América del Norte de la SRE toda vez que hay una agenda amplia a desahogar en el corto plazo que incluye avances en asuntos económicos, migración, tráfico de fentanilo y armas, además del ciclo electoral en ambos países.
Por lo pronto trascendió que es altamente probable que el subsecretario para America Latina, Maximiliano Reyes asuma la responsabilidad del despacho, un perfil identificado con el ala radical del círculo cercano al Presidente. En tanto no se decida a otro personaje se dejará abierta la puerta para más movimientos extremos en política exterior como los protagonizados recientemente en la Organización de los Estados Americanos, Reyes ha sido señalado por hacer tratos favorables con el régimen de Venezuela para intercambiar petróleo por alimentos y eso a los estadounidenses los tiene por ahora con los pelos de punta y rezando el Ave María.
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Uppercut: Ex priista, ex panista y ahora estrella de la 4T fijará las reglas de las corcholatas y del proceso interno rumbo al 2024. Hábil y ladino terminó en la médula de la 4T y en el primer círculo del presidente de la República. Poco a poco se encargó de ganarse la confianza de López Obrador hablándole al oído, fue su primer secretario de seguridad y aunque no ganó nada en la lucha contra el crimen aceptó el mandatario que se fuera como candidato a gobernador de Sonora, donde empeoró la inseguridad tras su llegada. Alfonso Durazo, hombre muy cercano a Colosio y luego a Fox, tiene ahora tentáculos en la presidencia del INE, en la empresa estatal de litio y en su poder en primera persona está el Consejo Nacional de Morena, pues es el presidente del mismo y ayer anticipó que lo primero será pedir la renuncia de los aspirantes a la presidencia. Vamos a ver hasta donde se deja presionar por las diferentes agrupaciones morenistas, cuyo reto principal será que no se pierdan las formas de las discusiones.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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