Columna Contra las Cuerdas
México y Estados Unidos afianzaron la relación bilateral frente a un bloque que amenaza al hemisferio americano.
Tras múltiples encuentros desde antes, durante y después de la Cumbre de América del Norte realizada en México en enero pasado, ambas partes están convencidas de que China-Rusia sí representan un enemigo común.
Curiosamente líderes políticos de estas últimas naciones se reunieron ayer por primera vez desde que inició la guerra en Ucrania para valorar el fin de la invasión rusa y tomar acciones en conjunto sobre los principales problemas globales.
El envío de percusores químicos en contenedores de barcos mercantes que zarpan de los principales puertos de China y Hong Kong que llegan a los puertos de Manzanillo, Colima y Lázaro Cárdenas, Michoacán, tiene objetivos claros para mermar el poder de América del Norte, pero sobre todo del imperio estadunidense. La crisis del fentanilo unió a Estados Unidos y México como pocas veces en ambos gobiernos.
Las últimas discusiones entre funcionarios estadunidenses y mexicanos despejaron cualquier duda de que la droga que llega disfrazada, dentro de muñecos de peluche, termos, juguetes chinos o bloques de jabón, traen la intención de provocar problemas de inseguridad, avivar una industria criminal en la región y ahondar las diferencias entre Washington y sus vecinos.
Los percusores son llevados a laboratorios mexicanos para cocinar el fentanilo y moverlo hacía la frontera norte de México con la intensión de pasarlo de manera ilegal a Estados Unidos para envenenar a la población, estallar conflictos sociales (100 mil estadunidenses están muriendo cada año por consumo de esta droga) y globales. China cree que evenenando a la población con sustancias toxicas y crear la necesidad estadunidense de nuevos planes de acción interna podrá distraer a su histórico enemigo apara avanzar en su plan de asumir el rol como primera potencia.
Sin embargo, el compromiso de México y Estados Unidos es mantener activa una estrategia bilateral en lo sucesivo para frenar la estrategia chino-rusa, de acuerdo con fuentes consultadas que han estado involucradas en los trabajos bilaterales.
Aunque el sábado López Obrador dio un discurso en la conmemoración de la expropiación petrolera condenando cualquier intento de invasión extranjera, la reunión de la tarde de domingo en Palacio Nacional entre el presidente mexicano y parte de su gabinete con 12 legisladores estadunidenses y funcionarios de Biden fue tersa, se acordó seguir con las acciones en conjunto para afrontar la invasión de drogas y seguir en otros temas con acciones coordinadas.
En ese contexto, este martes Ken Salazar, embajador de EU en México, y el enviado Jonh Kerry, visita este martes Oaxaca para analizar proyectos de energía eólica. Es la sexta reunión del representante directo de Biden y en esta ocasión van a valorar el plan mexicano de impulsar un corredor industrial con 10 parques industriales para proyectos sustentables. También se va a sellar el proyecto Sonora, donde también se contempla el desarrollo de energías renovables.
Pese a los discursos de aparentes acusaciones y tensiones con EU, México ha mostrado en el terreno de las negociaciones, acuerdos y cautela, pues parece que ha entendido su colindancia geográfica en un momento en que además del envío de fentanilo, las empresas estadounidenses calculan los riesgos de depender de las plantas chinas para fabricar sus productos, pues el nearshoring está aquí.
Uppercut: Marcelo Ebrard presentó un libro de su vida con el que busca simular la promoción de su precampaña política y subir en las encuestas internas de Morena para elegir al aspirante.