Columna ¿Qué sigue?
Cuando escuchamos el concepto de “inteligencia artificial” es posible que nos remontemos a aquellos libros que dieron origen a tantas películas y comics en que los seres humanos terminaban disputándole el mundo a una generación de robots que finalmente se apoderaban del control de la Tierra.
Pero básicamente se entiende por inteligencia artificial a sistemas o máquinas que imitan la inteligencia humana para realizar tareas y que pueden mejorar interactivamente a partir de la información que recopilan. Generalmente su abreviación es IA y está disponible hoy en día para resolver distintas de las tareas de la vida productiva; por ejemplo, para comprender más rápido los problemas de los clientes y proporcionar respuestas más eficientes. La IA va mucho más allá sobre el proceso y la capacidad de pensamiento, además del análisis de datos que sobre cualquier formato o función en particular.
Por supuesto que el concepto fue aprovechado por el gran maestro productor de películas de ciencia ficción Steven Spielberg que llevó a “INTELIGENCIA ARTIFICIAL” a la pantalla grande. La película se estrenó en los Estados Unidos el 29 de junio de 2001, ganando 29 millones 352, 630 dólares durante su fin de semana de apertura, llegando a un total mundial de 235,93 millones además de ser ampliamente galardonada.
El relato comienza a mediados del siglo XXI cuando el calentamiento global provocó que las capas de hielo de los polos se derritieran, inundaran las costas y destruyeran ciudades como Ámsterdam; Venecia y Nueva York, y se redujeran drásticamente los recursos del mundo.
Es la historia de un niño robot llamado David, que partencia a la clase de humanoides avanzados capaces de imitar pensamientos o emociones y que sirvió como sustituto en la casa de los señores Swinton, cuyo hijo Martín, fue puesto en animación suspendida hasta que se pudiera encontrar una cura para su rara enfermedad.
Aunque claro que la película lleva al extremo el conocimiento el concepto, por estos días algunas formas de inteligencia artificial ya son muy familiares, como la voz femenina de googlemap, que ha puesto en el pasado los mapas impresos y que se ha convertido en el imprescindible compañero de viaje en todo el mundo. De igual forma la famosa Alexa que particularmente acompaña y asiste todas nuestras actividades si le damos entrada.
Aunque la inteligencia artificial está disponible, es importante reflexionar que esta aparece como una herramienta de una nueva era, que quizá no estamos asumiendo o presentamos razones infundadas para bloquear su completa inserción en nuestras vidas.
Esto equivale si lo pensamos, a que los habitantes del mundo por allá en 1930 nos hubiéramos resistido al uso de ferrocarriles, invento, que materialmente permitió el crecimiento de nuevas industrias y revolucionó por completo la vida en todos los lugares que instalaron travesías, mismas que finalmente se consolidan como fuerza del progreso humano que naturalmente cambió el ritmo del crecimiento económico.
Regresando un poco al tema de la película, increíblemente se estancó durante años en fase de desarrollo, en parte porque que la imagen generada por computadora no estaba lo suficientemente avanzada para crear el personaje de David, que se creía que ningún actor infantil podía interpretar con suficiente credibilidad.
En conclusión, las herramientas digitales son sin duda el nuevo ferrocarril de progreso y es imperante entender que no hay opción de ignorar su definitiva influencia en cada posibilidad de éxito en cualquier cosa que emprendamos.
Tal vez parezca que habrá cierto espacio de adaptación, pero mejor observemos el ritmo de posicionamiento de algunas llamadas “apps” donde el tiempo de conquistar usuarios cada vez es más corto. Uber por ejemplo tardó 70 meses en alcanzar los 100 millones de usuarios, mientras que Spotify tardó 55, Instagram 30 y TikTok solamente 9 meses.
ChatGPT es una nueva APP que se trata de una inteligencia artificial que está entrenada para mantener conversaciones, de manera que sólo tienes que hacerle preguntas de manera convencional y las entenderá. Impresionantemente está logrando los 100 millones de usuarios en sólo 2 meses.
Todo esto nos puede hasta dar miedo, pero “la inteligencia” es un don que ha hecho al ser humano el dueño del universo en que habita; más al juzgar por la historia, esta nunca fue privilegio solamente de los buenos, ni de los poderosos, ni siquiera de los cuerdos. Sin embargo, maravillosamente ha logrado diseñar tecnología que multiplica exponencialmente su capacidad humana.
Al final de la película Inteligencia Artificial, el pequeño humanoide llamado David termina siendo víctima de su capacidad programada de tener emociones como el amor. Tal vez el escritor visualiza un mundo futuro que seguirá siendo esclavo de los sentimientos, no importa cuánto tiempo pase.
Verdaderamente lo que sigue, es enterarnos, sumarnos y capacitarnos lo más rápido que podamos en el entendimiento y uso de toda está inteligencia artificial que cada día acelera su paso. Nuestro país ha enfrentado por décadas las deficiencias propias de una nación calificada como “en vías de desarrollo”. El desdoblamiento de la comunicación en los rieles de la tecnología digital seguramente acortara nuestro camino. Es hora de subirse. ¿No creen?
Por Sara Thomson