En nuestra columna anterior hablamos sobre como tener una Navidad Sostenible, en cuanto a todos los residuos que se generan, sin embargo, dejé este tema para esta ocasión por la relevancia que conlleva.
El desperdicio de comida es un problema mundial y por ende, tiene consecuencias nefastas en los sistemas de gestión de residuos, la inseguridad alimentaria, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
Algunos expertos señalan que, si la pérdida de alimentos tomase la forma de un país, sería la tercera fuente de emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Es por ello, la importancia que se debe tomar en el tema y no solo por la contaminación que genera, si no, porque, muchas personas no tienen el privilegio de contar con comida en sus mesas.
La Navidad es un momento del año, en el cual, el consumo de alimentos se dispara por las celebraciones que conllevan estas fechas; lo anterior, da como resultado, un desperdicio de comida innecesario, que ocasiona grandes impactos tanto en la salud, ambientales, económicos y sociales.
El desperdicio de comida en México alcanza los 42 mil kilos de comida tirada por minuto, y con la llegada de las fiestas decembrinas, aumenta.
Entonces ¿Qué acciones podemos realizar para evitar el desperdicio de alimentos?
Planificar bien la cantidad de comida que vamos a requerir: Normalmente la mayoría de las personas compramos todo lo que vamos a ocupar para la cena navideña ese mismo día, lo que influye a comprar cosas que no requerimos o bien comprar de más, dando como resultado mayores desperdicios de comida.
Revisar las etiquetas de los alimentos: Al momento de adquirir algún producto, es muy importante revisar las leyendas en las etiquetas, específicamente “Fecha de caducidad” o “Consumir preferentemente antes de…” o bien si estas ya las tenemos en nuestro hogar y no vamos a utilizar antes de su caducidad, podemos llevarla algún centro que ayude a personas vulnerables.
Organizar bien nuestra preparación de comida: En ocasiones las personas cocinan o sirven demasiada comida y a menudo más de la que se pueden terminar los miembros del hogar. Además es común olvidarse de comer las sobras y se terminan tirando.
El acomodo de los productos que adquirimos debe estar bien organizado: Debemos tomar en cuenta tanto en la alacena como en el refrigerador que es lo primero que llegó y que es lo primero que sale, para evitar con ello, desperdicios.
Por último, podemos combatir el desperdicio alimentario, participando en alguna iniciativa solidaria o bien llevando nuestra comida al Banco de Alimentos que se encuentren en sus localidades.
Recuerden que existen millones de personas sufriendo de hambre en el mundo.
Lic. Pamela Ibarra Dávila
Presidente de Cultura Verde Amor por el Planeta A.C