Ciudad de México.- Si bien es legal que un militar contienda a la presidencia de México, siempre y cuando ya haya renunciado a su cargo, políticamente es una mala señal, reconoció José Antonio Crespo, historiador y escritor.
“Llevamos 100 años de estabilidad política, algo que difícilmente se encuentra en países de América Latina, para qué volver a fomentar la participación política e incluso partidista del ejército”, mencionó.
Crespo reconoció que el problema está en que durante este Gobierno, el Ejército como institución se ha “ido partirizando” poco a poco, y que al acudir a los actos del partido en el mando, Morena, y al tomar lado por el proyecto de la presente gestión, “ahí sí estamos en riesgo, ahí si es más grave”.
Para conocer más acerca de este tema, te invitamos a ver la información completa en nuestro canal de YouTube: