El accidente donde murieron Kobe Bryant, su hija Gigi y otras siete personas, al estrellarse el helicóptero donde viajaban continúa en el foco de la actualidad dos años después.
En estos días se realiza el juicio en Los Ángeles, donde la familia del exjugador de los Lakers, trata de esclarecer el escándalo de las fotos de los cadáveres de su marido y su hija presuntamente filtradas por algunas de las autoridades que estuvieron en el lugar del accidente.
Uno de los presuntos implicados de evidenciar las imágenes el 26 de enero es Brian Jordan, excapitán de bomberos de Los Ángeles y quien se retiró a principios de 2021.
El exjefe y sus abogados han alegado que Jordan sufre severos traumas por lo vivido el día del accidente y asegura no recordar si tomó o no fotografías de los cadáveres porque tiene “bloqueado ese día” en su memoria.
Por este motivo y la angustia que le produce intentar recordarlo, el acusado abandonó hasta en tres ocasiones la vista oral por estrés.
“Sufre una afección médica asociada con su visualización de la escena del accidente y que le causa un trauma”, justificó su abogado.
La acusación señala contradicciones en parte del testimonio del exbombero, que pese a no recordar, en sus palabras, todo lo vivido ese día, declaró que un supervisor le pidió tomar fotos del lugar del siniestro como parte del protocolo habitual cuando los equipos de emergencia acudieron al lugar.
“Tal vez ese fue el día en que debería haber sido insubordinado”, explicó Jordan, según recoge la CNN.
Vanessa Bryant y su equipo de abogados emprendieron acciones legales cuando llegó a su conocimiento que uno de los trabajadores de la oficina del sheriff del condado donde fue el accidente llegó a mostrar fotografías de los cadáveres al dueño de un bar.
Vanessa temía que las fotos terminaran apareciendo en internet, algo que, en palabras de la defensa, aún no ocurre y, por tanto, no puede ser motivo de sentencia condenatoria.
Información de 20 Minutos