Columna ¿Qué sigue?
… en eso de las competencias por “el gran espacio donde se toman las decisiones”, más que comunicar falsedades se puede decir que deliberadamente, “nos mienten con la verdad.”
Monterrey, gran ciudad ubicada en el norte de México es considerada el epicentro de la economía del país, que especialmente se caracteriza por albergar una de las zonas que concentra más riqueza en América Latina y que se conoce como San Pedro Garza García.
Aunque los libros de historia reconocen su fundación en 1596 por el español Diego Montemayor, parece ser que su prestigio de comunidad con una destreza especial para el comercio y el crecimiento económico más bien proviene de un curioso ADN de sus habitantes, que no es necesariamente español.
Es irresistible tratar de averiguar cómo una ciudad sobresale sobre el resto, especialmente cuando se distingue por ser la cuna de las más importantes empresas trasnacionales mexicanas como OXXO, CEMEX FEMSA VITRO GAMESA, BANORTE entre muchas otras.
Es además capital del Estado de Nuevo León, una entidad que aporta el 10 por ciento de PIB nacional, no obstante que sólo es habitado por el 4 por ciento de la población en nuestro país. La información encontrada, coincide en que fueron tres los fundadores de la ciudad de Monterrey: Alberto del Canto, Luis Carvajal y de la Cueva y Diego de Montemayor, quieres eran judíos sefardíes “conversos” al catolicismo.
Y es que, reconociendo la fama de ciudadanos judíos exitosos en México es muy difícil no ponernos atentos a la receta. Para el periodismo, por ejemplo, Jacobo Zabludovsky es emblema de vanguardismo en el ramo que alcanzó gran penetración como la viva imagen del triunfo. Ya en estos tiempos, la revista Líderes de México coloca a otro de sangre judía, Alfredo Achar Tusé en el top de lideres de este país; emprendedor desde los 18 años que en 1988 fue nombrado director general Corporativo y presidente del Consejo de Administración de Comercial Mexicana de Pinturas, COMEX. Ya al paso de los años se ha convertido en un gigantesco promotor del Desarrollo Social.
Y es que de plano y como insisten algunos autores economistas, “no puede haber Desarrollo Social sin Crecimiento Económico”. El debate inicia cuando otros argumentan que el crecimiento económico fomenta la desigualdad. La verdad más clara es que el crecimiento económico sí reduce la pobreza, pero lo hace más en aquellos países con menores niveles de desigualdad.
El problema como siempre, es el mal uso que se le da al discurso. Porque en eso de las competencias por “el gran espacio donde se toman las decisiones”, más que comunicar falsedades se puede decir que deliberadamente, “nos mienten con la verdad.” La prosperidad de la ciudad de Monterrey no es casualidad, todas sus formas de organización por décadas, responden a una forma distinta de hacer las cosas, que pareciera natural.
Y ya en el tema de judíos famosos, es ineludible recordar a Anna Frank, que a los 13 años comenzó su diario mientras se escondía en un cuarto durante la ocupación alemana de Ámsterdam en la II Guerra Mundial.
Al caso escribió entre muchos pensamientos: «La pereza puede parecer atractiva, pero el trabajo da satisfacción.» ADN o no, la verdad más creíble es que las personas o las sociedades realmente no construyen su futuro, sino que toman decisiones sobre sus hábitos y estos son los que realmente marcan su destino. En la observancia del desempeño del pueblo judío en el mundo, son sus hábitos de organización y de dedicación al comercio lo que debiéramos subrayar y materialmente seguir su famosa estrella.
Por cierto, otros en la lista de lideres de México son Enrique Krauze Kleinbort, Leo Zuckerman Behar entre otros 9 grandes empresarios de ascendencia judía.
No hay límites para lamentar el sufrimiento del pueblo judío durante el Holocausto. Nuestro país transita por un pasillo de incertidumbre, donde la lucha por el poder muestra su “Close- up” más borroso de la historia. Anna Frank también escribió en su diario: «La gente puede fácilmente ser tentada por dejadez… y por el dinero.»
Puede ser que nos parezca muy sabio dejar los problemas de nuestro país o de las personas que son atacadas de lado, porque pensemos que sea el camino mas corto para conservar intacta nuestra realidad. Tristemente para la familia de Anna Frank guardar silencio no los conservó a salvo y otro judío los entregó, tal vez en aras de su propio interés. «Vinieron por los de a lado, y guardamos silencio».
Para los mexicanos en medio de esta algunas veces guerra mediática y otras de cruda y real destrucción, no nos queda claro qué es lo que está en disputa, si el poder, la impunidad, el pacto o los pactos o pura y llanamente la vida o la libertad.
Tal vez no podemos decir que los hechos de México son equivalentes a estar escondido en un cuarto. Sin embargo, lo que seguirá es enterarse lo que piensa y siente la población ante la amenaza de una nueva crisis económica; puede ser que oculto en su dificultad alguien ande por ahí pensando: «Es difícil en tiempos como estos pensar en ideales, sueños y esperanzas, sólo para ser aplastados por la cruda realidad. Es un milagro que no abandonade todos mis ideales. Sin embargo, me aferro a ellos porque sigo creyendo, a pesar de todo, que la gente es buena de verdad en el fondo de su corazón»: Annelies Marie Frank.
Sara Thomson