Hermosillo, Sonora.- En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Banco de Alimentos de Hermosillo llama a toda la ciudadanía a compartir con personas en inseguridad alimentaria y cuidar el entorno.
Este próximo sábado 4 de junio, desde las 8:00 a las 13:00 horas, en los reciclacentros ubicados en Pulso Fit Park, Soriana Bachoco y el permanente se estarán regalando árboles a quienes compartan 1 kilo de frijol.

De acuerdo con el Índice de Desperdicios de Alimentos 2021 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 17 por ciento de la producción total de alimentos en el mundo acaba en la basura, provocando entre el 8 y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, dañando el medio ambiente.
Se estima que cada minuto se desperdician 38 toneladas de alimento en perfecto estado, y de los más de 128 millones de mexicanos un cuarto de ellos no sabe si va a poder comer en el día.
Cabe destacar que si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero del planeta, solo detrás de China y Estados Unidos.

La mayor parte del desperdicio de alimento proviene de los hogares, pues cuando se compran más alimentos de los que son necesarios se echan a perder, como los plátanos o manzanas que tras días en la intemperie se comienzan a poner negro.
Además que, cuando se desperdicia alimento, también desaprovechamos todos los recursos que se utilizaron para su producción como el agua, la tierra, energía, mano de obra y mucho más, teniendo graves consecuencias para la sociedad.

En Hermosillo, el Banco de Alimentos se encarga de rescatar los productos que aún sirven para consumo humano y los canaliza a las personas en inseguridad alimentaria de la región, evitando así el impacto ambiental que generaría y mejorando la vida de miles de personas. Por ello, invita a toda la ciudadanía a sumarse a su causa y a sus diferentes actividades.
Todas las personas tienen la oportunidad de crear conciencia y apoyar a revertir el desperdicio de alimento, adaptando hábitos que sean favorables para el medio ambiente y la comunidad, comprando solamente lo que se va a consumir, adquiriendo productos locales, eligiendo frutas y verduras que no son estéticas, y compartiendo con las personas en inseguridad alimentaria.