Hermosillo, Sonora.- Ya sea en cualquier clima o situación, Jesús Martín Siqueiros Ibarra, lleva 14 años trabajando en el servicio de recolección de basura en Hermosillo, comprometido a nunca abandonar su empleo a pesar de las circunstancias.
Este 1 de febrero se celebra el Día del Recolector, o ‘Tirabichi’. El hombre de 31 años compartió para Proyecto Puente algunas de sus experiencias en más de una década de recorrer las calles de la capital sonorense.
El recolector relató que todo empezó como una asignación más, sin pensar que le tomaría gusto especial al oficio, pues es un trabajo tranquilo y le dio la oportunidad de conocer a gente muy agradecida y bondadosa.
“Fue algo sin querer, la verdad, nunca pensé llegar a trabajar aquí, cuando entré (a Servicios Públicos) me mandaron aquí y pues me gustó. Me gusta mucho el trabajo, andar en la calle con la ciudadanía, es muy tranquilo y la gente es muy agradecida con nuestro trabajo, eso es lo principal, como la gente nos aprecia”, expresó.
Jesús reconoció que al principio sí fue muy difícil; lidió con condiciones extremas a las que no estaba acostumbrado, pero se dio cuenta el noble trabajo que es gracias al aprecio de las personas.
“Sí fue muy difícil, principalmente por todo lo que tiene que caminar uno al momento de estar echando basura, estar batallando con el calor, porque no parece, pero sí es bien cansado, muchas veces también toparse con botes muy pesados, que lo pueden lastimar a uno y todo eso, pero ya sea frío, lluvia, calor, siempre estamos trabajando, nunca dejamos nuestro trabajo tirado a pesar de las circunstancias que puedan haber”, platicó.
Para el recolector hermosillense el trabajo es ameno, ya que gracias a la convivencia y compañerismo todo es más fácil.
“Todo es sencillo y al relacionarse con el compañero se hace más ameno el trabajo, cuando ya hay la convivencia dejas fluir todo y se olvida mucho el cansancio entre la pláticas o bromas que va haciendo uno al momento de trabajar, sí es cansado, pero uno mismo hace que no sea tanto”, mencionó.
Jesús Martín indicó que son alrededor de 450 trabajadores en el área, y considera que con todos ha trabajado y, aunque unos se van u otros llegan, él sigue conociendo nuevos compañeros.
“Tengo muy buena experiencia en todas partes, en donde he trabajado, en las corridas, ruta y todo, la gente es muy agradecida, muchas veces sin necesidad o que sea nuestro día, del ‘Tirabichi’, o en diciembre que pedimos el regalito, sale la gente y nos apoya con agua y dinero, comida, con todo, o sea, siempre están ahí al pendiente de uno, porque ellos también saben lo difícil que puede ser este trabajo y lo hacen más ameno, siempre es muy agradecida la gente y de todo tipo o de cualquier categoría, pobres, ricos, medianos, todo es igual aquí, no hay diferencias en eso, valoran nuestro trabajo al 100”, culminó.