Por infobae.com
El tercer lunes del mes de enero no es solamente un día más en el que te costará trabajo salir de cama para ir a trabajar, a estudiar o a desempeñar la tarea que tienes asignada, pues además hay que luchar con un pesado estado anímico.
Se trata del Blue Monday, un día que, a través de diversas fórmulas, fue determinado por la ciencia como el día más triste del año debido a numerosos factores que afectan al ser humano, de acuerdo con el psicólogo Cliff Arnall.
Además, se pueden unir a esta fórmula los factores depresivos estacionales de cada país o cada grupo determinado. Por ejemplo, el nombre de un presidente o de una decisión política como el Brexit, informó el especialista al diario The Telegraph.
Pese a que nació en 2005 como una simple teoría, sus resultados se han generalizado en todo el mundo, incluso se han conformado grupos que luchan año tras año contra el día más triste de los 365 que hay en el calendario.
De hecho, se trató en un principio de una campaña publicitaria creada para la aerolínea Sky Travel, razón por la que sus compañeros de la comunidad científica lo han tachado de una falsedad seudocientífica.
En este contexto, diversos expertos mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se han encargado de desmentir desde sus materias al Blue Monday para alentar a sus alumnos a no creer en esta fecha.
Por ejemplo, Ricardo Trujillo Correa, de la Facultad de Psicología, aseguró que “creer que el tercer lunes de enero es el día más triste del año es equiparable al pensamiento mágico común en todas las sociedades”.
Consideró, además, que una de las razones por las que se hizo famosa dicha teoría podría ser que la sociedad necesita información actual, inmediata y superficial para controlar su realidad y su entorno.
Y agregó que dicha teoría podría asemejarse con al pensamiento mágico de las culturas antiguas, pero en este caso en particular, la utilizarían con el único fin de favorecer el consumo.
Se sumó a la discusión el académico de la FP, Hugo Sánchez, quien aseguró que se trata de un periodo de autocrítica y evaluación o reflexión y melancolía para la población, pero sin llegar a una situación patológica.
De acuerdo con el catedrático, “las condiciones en las que sentimos alegría, desconsuelo o cualquier otra emoción, dependen de variables ambientales que cambian de acuerdo con las circunstancias, la edad y el género, entre otros factores”.
Sobre la famosa ecuación de Arnall, consideró que no se trata de algo que se pueda generalizar, dado que las circunstancias en todo el mundo son diferente para su población. “Sería imposible generar una ecuación válida para todo el mundo; por eso, en términos reales el blue monday no es un hecho científico”, concluyó.
