Por Sergio Tadeo Leyva Fimbres
La crisis de covid-19 generó y continúa generando enormes y diversos retos para el mundo y particularmente para México. La pandemia causó una gran demanda de protectores y mascarillas faciales, equipos de protección personal y ventiladores (respiradores) mecánicos pulmonares entre otros para pacientes en las unidades de cuidados covid-19. Muchas empresas en nuestro país, y en Sonora, adaptaron sus procesos productivos para apoyar la demanda de material sanitario; las comunidades de emprendedores innovaron por su cuenta, diseñando y fabricando, respiradores, mascarillas, etc. Las instituciones de educación superior y media superior también innovaron productos sanitarios para apoyar en esta contingencia. Soy testigo fiel de esto anterior.
Los riesgos generados por la pandemia de covid-19 han transformado a los gobiernos, sociedades, empresas, educación entre otros, llevando a un cambio radical de nuestra historia actual. El gobierno de México decidió el cierre de escuelas, industria, etc., debido a la contingencia sanitaria covid-19. La industria empezó a realizar “home office”, los estudiantes y docentes pasaron a educación a distancia y podemos seguir agregando situaciones similares desde el punto de vista de cada actor involucrado en esta situación.
Algunos datos, proporcionados por el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C., sobre los efectos de la pandemia en la (1) industria son: Aún hay una brecha de casi 214 mil empleos pendientes por recuperar, Los jóvenes y adultos mayores han experimentado el impacto más fuerte en términos de desempleo (esto es más evidente entre trabajadores formales), La recuperación del empleo femenino se encuentra estancada entre otros, mientras que en la (2) educación: La evidencia más reciente muestra que durante la pandemia los mexicanos perdieron, en promedio, aprendizajes equivalentes a dos años de escolaridad, Estudiantes con menos aprendizajes significan futuros trabajadores con menos habilidades, lo que puede reducir sus ingresos en un 8% anual durante su vida laboral entre otros.
Parece un escenario aterrador para México con los datos anteriores; sin embargo, esta pandemia covid-19 ha generado grandes oportunidades en los diversos sectores. El mundo de las tecnologías de Información y Comunicación (TICs), innovación disruptiva, entre otras, emergieron con fuerza apoyando a las MIPyMES sobre todo para mantenerlas vigentes en el mercado acercándolas a sus clientes. La Industria comprendió que debía utilizar más y mejor la tecnología, permitiendo mantener sus ingresos.
Las lecciones aprendidas en este camino de más de un año tendrán gran influenza en las estrategias de innovación que asumirán las empresas: plataformas de colaboración, industria 4.0, internet de las cosas, machine learning, por mencionar solo algunas. Con la finalidad de asegurar el éxito de una manera más rápida, es fundamental generar una sinergia y estrategias entre la industria, sociedad, academia y gobierno. Por lo anterior, es crucial hacernos la siguiente pregunta ¿cómo vincular a todos los actores en la solución de este problema actual?
Primero, las instituciones de educación superior (IES) deben cambiar sus estrategias alineándolas a la educación 4.0, acercarse a la industria, cámaras empresariales y clústers a escuchar sus necesidades –tecnológicas, capacitación, innovación, investigación– y requerimientos de recursos humanos entre otras. Un gran reto es afrontar la creación, y en su caso, la consolidación de ecosistemas de emprendimiento e innovación, no sólo con sus estudiantes y docentes, sino también articular a la sociedad en este tema.
Este ecosistema debe verse como un activo de alto valor para todos los actores involucrados. El fortalecerlo permite generar respuestas rápidas a las necesidades del mercado e industria que demandan de forma constante. Un resultado de esto es la recaudación de fondos para diseñar soluciones por medio de crowdfunding, capital semilla e inversionistas ángeles entre otros.
Otro gran reto a afrontar es la implementación del sistema Educación Dual en la industria. Éste combina la formación académica con el aprendizaje obtenido en la industria, siendo uno de los grandes beneficios el desarrollo de competencias, duras y blandas, de los estudiantes en el entorno industrial.
Segundo, la industria debe comprender la importancia de la vinculación –en todos sus sentidos– con las instituciones de educación superior, ecosistemas de emprendimiento e innovación y sociedad. Debe apostar al desarrollo de la investigación básica/aplicada con el objetivo de fortalecer sus modelos de negocios. Las IES pueden citar casos de éxito de esto último. Se debe fortalecer y empoderar la relación entre todos los actores. Uno de los retos interesantes es la rapidez con la cual investigadores, estudiantes y emprendedores presenten resultados a los retos planteados por la industria.
Tercero, se deben plantear las siguientes estrategias a desarrollar en corto plazo: (1) La relevancia de fortalecer los ecosistemas de emprendimiento e innovación entre la industria, instituciones de educación superior y sociedad, (2) El valor de las capacidades científicas y tecnológicas de las IES, (3) El papel del gobierno en vincular y empoderar a todos los actores involucrados.
Hoy en día existe gran incertidumbre sobre el futuro de esta pandemia y nos encontramos al inicio de lo más desafiante en los últimos años: ¡volver a la normalidad que conocíamos hace más de un año! Esto es una carrera contra reloj, debemos entender que la reactivación económica depende de muchas variables, unas más desafiantes que otras; por ejemplo los episodios recurrentes de rebrotes por covid-19, la disminución del comercio internacional y la reconfiguración de cadenas de valor. Una de las grandes prioridades es la innovación tecnológica en la industria, academia y sectores económicos.
Todos estos desafíos detonan grandes retos: las IES aportando la ciencia, tecnología e innovación basadas en idea, valor y resultados; las comunidades de emprendimiento innovando en soluciones a los problemas actuales; la industria y sectores económicos en la reactivación económica y la sociedad como eje trasversal a todo lo anterior. Es imperativo realizar las alianzas estratégicas correspondientes con la finalidad de facilitar el desarrollo en estos esfuerzos. En los próximos años, todo cambiará debido al desafío de ser resilientes, eficaces y eficientes frente a la complejidad de los escenarios futuros.
El autor es docente adscrito al departamento Metal Mecánica del Tecnológico Nacional de México Campus Hermosillo (ITH) y miembro de la Red Hermosillo ¿Cómo Vamos?
