La poeta portuguesa Ana Luisa Amaral (Lisboa, 1956) fue galardonada con el XXX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el más importante reconocimiento de poesía en español y portugués.
El premio tiene como objetivo premiar el conjunto de la obra poética de un autor vivo.
El jurado consideró que la obra de la escritora portuguesa constituye un aporte relevante al patrimonio cultural por el mensaje de respeto, tolerancia, ética y reivindicación que envía.
Patrimonio Nacional de España dio a conocer esta mañana el fallo de este galardón dotado con 42,100 euros, y que conceden esa institución y la Universidad de Salamanca.
La intención es reconocer una obra poética que constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España.
La presidenta de Patrimonio Nacional, Llanos Castellanos, fue la encargada de dar a conocer el fallo del jurado, quien valoró la obra de Amaral como un mensaje de apertura, de respeto, de tolerancia y de reivindicación.
También señaló que Ana Luisa Amaral supo unir con las letras portuguesas el valor de lo pequeño y lo cotidiano.
En la valoración se añade que Amaral une su mensaje casi con una revelación y una vivencia metafísica siempre desde una experiencia de ética, de compromiso con los derechos. Lo hace también desde las libertades y sobre todo para que se oiga la voz de la mujer.
Castellanos también calificó a la premiada como una mujer extraordinaria y subrayó, citando a la propia autora, que Amaral hizo de su poesía un lema: «Toda gran poesía es ética».
Por su parte, Ricardo Rivero, rector de la Universidad de Salamanca (USAL), afirmó que la galardonada representa y personifica algunos de los valores ibéricos e iberoamericanos. Entre ellos, la defensa de la libertad, la dignidad de la persona, y también de la equidad de género.
Considerada por la crítica como la poeta portuguesa viva más importante, su obra se compara con la de Emily Dickinson. Asimismo, Amaral, según la definen desde Sexto Piso (la editorial que la edita en España), se aleja de cualquier discurso épico o grandilocuente. Transfigura los pequeños actos cotidianos en momentos poéticos de gran voltaje, vitalidad y profundidad.
Premiados en la pandemia
Por segunda vez consecutiva, debido a la pandemia, los miembros del jurado emitieron sus votos a distancia. Sin embargo 12 de sus miembros se reunieron en el Palacio Real de Madrid. Este jurado estuvo copresidido por la presidenta de Patrimonio Nacional y el rector de la Universidad de Salamanca. Además, estuvo compuesto por Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española o Raúl Zurita, el ganador de la edición pasada.
Ana Luisa Amaral es Profesora en la Universidad de Oporto, donde tiene un doctorado sobre la poesía de Emily Dickinson. También tiene publicaciones académicas acerca de la poesía inglesa y estadounidense, poética comparada y estudios feministas.
Adscrita a la generación portuguesa de los 80, como Amadeu Baptista e Isabel de Sá, su escritura se nutre de una transfiguración íntima.
Dueña de una poesía con referencias en Emily Dickinson o William Shakespeare, Amaral vincula la lírica anglosajona con la portuguesa de los modernistas.
Amaral también es coautora del Diccionario de la crítica feminista (2005). Su poesía se ha publicado en Francia, Brasil, Italia, Suecia, Holanda, Venezuela, Colombia, México y Alemania.
De su obra poética destacan títulos como Minha senhora de quê (1999), Coisas de partir (1993), Às vezes o paraíso (2000), Imágenes (2000), A génese do amor (2005), Entre dois rios e outras noites (2008) o la más reciente publicada por Seix Barral en España, What’s in a name (2017).
La recién ganadora del XXX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana también ha sido galardonada con el Grande Prémi de la Asociación de Escritores Portugueses, en 2008; y el Premio Giuseppe Acerbi de Italia en 2007.