La inseguridad en Hermosillo debe enfrentarse desde 3 ejes principales, sugirió el candidato a la alcaldía de la capital sonorense por el partido Movimiento Ciudadano, David Figueroa Ortega.
El primero es la prevención estratégica; el segundo es valorar y cuidar a los policías, acompañarlos, otorgarles respaldo y mejores herramientas, y el terceo consiste en ser un brazo de apoyo en cuanto a justicia se refiere para sus familias.
“No hay colonia de Hermosillo donde la seguridad no sea el tema, lo que te quita el sueño, lo que no te deja desarrollarte, lo que no permite a doña Carmelita salir en la noche a la farmacia, que la tiene a una cuadra porque la pueden asaltar”, señaló Figueroa Ortega.
Que las familias se encierren temprano, que circulen con los vidrios del carro arriba y los seguros bien puestos, no es la estrategia para superar la inseguridad, mientras las autoridades lucen ausentes en propuestas, en un plan específico con tiempos y acciones, consideró.
Es una lógica errónea actuar cuando ya se cometió el delito, dijo, “y entonces pues ya no es asunto del municipio, allá que se encarguen el Estado y la Federación; pero ¿qué estamos haciendo en materia de prevención? Es la pregunta del millón”.
El exalcalde de Agua Prieta afirmó que hoy en día no hay un solo programa de prevención con los niños y jóvenes, el DARE que era el único que había desapareció, se perdió en el camino entre que llega una administración y otra.
“Tenemos que apostarle a revalorizar la seguridad pública, a los policías; que no se sientan avergonzados o temerosos por ser policías; que no traigas a las viudas de los policías que caen en el ejercicio de su deber, mendigando, tocando puertas a las autoridades para que les paguen la pensión de su marido que entregó su vida en el servicio público ¿Qué clase de justicia es esa?”, señaló.
Hay que cambiar el chip en la estrategia de seguridad pública con prevención en lugar de reacción, indicó, y una visión más humana hacia los elementos policiacos y sus familias.
“Hay que replantearnos lo que no está funcionando: mientras sigamos reduciendo el presupuesto a seguridad pública; mientras sigamos deteriorando la imagen y el aprecio de la policía municipal, difícilmente vamos a lograr tener una buena policía municipal”, advirtió.
“Esas cosas tenemos que cambiarlas radicalmente para poder entrar en un círculo que nos dé la oportunidad de que el policía esté trabajando correctamente, darle confianza de poder hacer bien su trabajo y que los ciudadanos nos podamos sentir más tranquilos.
“Quien se dedique a vigilar las calles, tiene que dedicarse a dar la seguridad que el ciudadano requiere y merece tener; romper también con los ciclos viciosos que existen en seguridad pública; revalorar el tema de la seguridad pública y enfocar la prevención con fuerza, estrategia y determinación. Con constancia y no en forma errática, planteó.