El glamur, la elegancia y el prestigio son la característica número 1 de esta sustancia, se mueve en las narices de los amantes de la buena vida, viaja en el interior de bolsas Chanel o escondida en los bolsillos secretos de un pantalón Versace, en ocasiones se deja ver en los baños de sitios nocturnos, pero al final del día está sustancia prohibida vive escondida.
La cocaína es la caspa del diablo, un polvo mágico para algunos, pero trágico para todos, un enérgico estimulante que te mantiene despierto, sin ganas de alimento y que te va dejando solo como serpiente en el desierto. Sensación de grandeza, su mayor efecto, ansiedad y violencia son las consecuencias de esnifar esta droga sintética, acetona, gasolina, cal, ácidos son algunos de los ingredientes que aparecen en el plato de los dependientes.
Hay una gran diferencia entre coca y cocaína, la hoja de coca tiene muchas propiedades médicas, pero cuando las mentes siniestras piensan más en dinero que en la vida, la cocaína es un arma de destrucción masiva.
La cocaína va a destrozar tus fosas nasales, perderás la oportunidad de respirar el perfume de tu hija, la fragancia de una buena sopa recién preparada por tú esposa, o el aroma que nos regala el árbol de navidad en diciembre. Sé de mujeres, que necesitan un pase y un trago de cerveza para disfrutar la fiesta, cuando la realidad es que tu dolor lo quieres ahogar en un vaso de licor y así no funciona esto.
Cada persona que compra droga colabora directamente con la muerte que azota nuestras colonias, tú familia te necesita sano, busca ayuda antes de esnifar el siguiente gramo.