Luego de trabajar 23 años como empleado en una taquería, Jorge Iván Ramírez Valenzuela decidió poner su propio negocio y abrió una carreta de tacos, con la cual espera sacar adelante a su familia.
Cuando tenía 15 años de edad, Jorge Iván, quien es originario de un pueblo del sur de Sonora, no tenía claro en qué iba a trabajar, buscaba una buena oportunidad y alguien le comentó que había una vacante en una carreta de tacos de cabeza como ayudante. Así fue su encuentro con el oficio de preparar tacos de cabeza.
Desde entonces y hasta la fecha, Jorge Iván ha salido adelante con esta actividad que es la venta de alimentos.
“Ya tengo 23 años de experiencia trabajando como empleado en una taquería y por fin ahora me decidí a poner mi negocio, de aquí dependen mi esposa y mis dos hijos”, platicó el nuevo microempresario, quien recuerda que ese tiempo laboró en una carreta que se encuentra cerca del CBTIS 11, sobre el bulevar Morelos, en la colonia Loma Linda.
Jorge Iván ahora tiene 38 años de edad y puso su carreta en la esquina de 12 de octubre y López Portillo en la colonia Ley 57, en el norte de Hermosillo, donde trabaja de 20:00 a 24:00 horas de lunes a sábado.
En ese lugar ofrece a sus clientes tacos de cabeza al vapor, de carne adobada y tripitas, así como de lengua, cachete, labios, ojos y sesos.
La pandemia y todas sus restricciones le afectaron mucho en sus ingresos económicos, y ahora que comienzan a recuperarse, aprovechó para emprender su propio negocio, con la ayuda de su esposa.
“De hecho todavía estamos muy endeudados por lo mismo, luz, agua, renta, todo, y no salía, principalmente porque no nos dejaban trabajar, nos daban hasta las 8 de la noche nomás, ¿y de dónde?, este trabajo es de noche”, lamentó Jorge Iván.
Ahora como patrón o dueño de su propia carreta se mantiene optimista, pues lejos de sentir la presión de correr con todos los gastos, Jorge Iván sabe que lo poco o mucho que genere de ingresos económicos será para su familia.
“A la familia hay que sacarla adelante, es muy feo que te digan ‘papá se me antoja una hamburguesa’, y decirle, ‘pues no tengo dinero, porque tengo que pagar renta, me llegó el agua’, la verdad se escasearon las salidas, está muy feo, la verdad, eso”, recordó Iván.
Y aunque Jorge Iván se endeudó con la carreta y la está pagando en abonos, espera pronto salir y poder aprovechar al máximo los ingresos económicos que obtenga por sus ventas.
“Como vamos empezando, tenemos que sacrificar tiempo, esto es trabajo de todo el día y toda la noche, ahorita ya nos dan chanza hasta las 12, pero en la mañana se tiene que ir por verdura, las cosas que hacen falta para el día, poner la carne, gas, todo, entonces lleva bastantes horas de labores esto”, destacó Jorge Iván.
El entusiasta emprendedor envió un mensaje muy claro a quienes quieren iniciar su propio negocio: “Nunca es tarde ni se es de mayor de edad para empezar como independiente”.