Hermosillo, Sonora.- El movimiento feminista de Sonora ha atraído hacia aquí los ojos de todo el país. A pesar de que es una corriente que ya tiene una larga historia en el estado, con grandes mujeres que han sentado las bases para sus sucesoras, fueron ellas, una nueva generación de jóvenes, quienes han logrado una visibilidad inédita en los últimos años.
De tener manifestaciones pequeñas, con apenas algunas mujeres, lograron acumular movilizaciones multitudinarias a partir de 2020, donde cada vez se han sumado más niñas, adolescentes y mujeres adultas para esparcir el mensaje de una vida digna para todas.
En el marco conmemorativo del Día Internacional de la Mujer, durante una actividad realizada este domingo, se preguntó a mujeres feministas qué es lo que han encontrado en el movimiento y qué papel ha jugado Sonora en esta lucha.
Para ellas, el feminismo, además de un espacio de exigencia de los derechos de todas y por la justicia que otras merecen, han encontrado acompañamiento, fortaleza, lazos de amistad y apoyo. El feminismo ha sido un lugar para encontrarse a sí mismas y para compartirse con otras.
Andrea Sánchez, activista feminista e integrante de Marea Verde Sonora, explicó que el movimiento feminista tiene raíces fuertes en el estado, desde donde se han tejido redes poderosas nacionales e internacionales para apoyar a muchas más mujeres.
“El movimiento feminista en Sonora no es nuevo, tiene muchos años, empezaron las universitarias de los años setenta, mujeres de vanguardia que hasta la fecha se encuentran activas en las organizaciones feministas de Sonora”, narró Sánchez, “pienso que ahora con tanta cobertura de los medios, con las redes sociales, hemos logrado llegar a muchas mujeres, definitivamente no somos las mismas de hace cinco o diez años cuando apenas éramos un grupo de unas treinta feministas en todo Hermosillo, ahora somos miles las que hemos salido a las calles a exigir nuestros derechos, a participar en las actividades de las colectivas”.
Y agregó: “En los últimos años, sobre todo del año pasado a la fecha, hemos visto muchísimas mujeres que se han acercado al movimiento feminista, que han realizado unas manifestaciones multitudinarias que han llamado la atención de todo el país, por ejemplo, la del 8 de marzo del año pasado y la de febrero donde se hicieron algunos destrozos en el Poder Judicial, han trascendido, incluso se hizo hasta una canción famosa [“Canción Sin Miedo”, de Vivir Quintana, que incluye la frase “Por todas las morras pelando en Sonora”], donde se menciona al estado gracias a estas jóvenes que, con su digna rabia, han accionado aquí en la capital de Sonora”.
Dayanara García, de 16 años y estudiante de preparatoria, es una de las activistas más jóvenes que se ha acercado a las colectivas feministas de Hermosillo. Para ella, el feminismo ha significado empatía, algo que le gustaría ver más en otras personas que critican al movimiento.
“Todo mundo necesita empatía porque solo critican por criticar, ‘pónganse a trabajar’, como ahorita nos gritaron. Yo les diría, ven a ver mi historia, ¿por qué no me preguntas? ¿Por qué lo haces? Me da mucho coraje, sinceramente, yo siento mucha empatía por las mujeres por las cosas que he vivido”, dijo la estudiante, “aquí en Sonora, en el norte, hay mucho machismo: yo vengo de una familia muy machista y siento que hay muchas mujeres aquí en Hermosillo, en Sonora, que se pueden unir, pero quizás están mal informadas o tienen miedo, pero les invito a que no lo tengan, este es un beneficio para todas”.
Cuando Eritzel León, de 38 años y cirujana dentista, “se puso las gafas violeta”, se dio cuenta de que estaba frente a un camino escabroso lleno de violencias que había normalizado, pero donde también descubrió la sororidad, la confianza y el respeto entre mujeres.
“El movimiento feminista en Sonora me ha sorprendido mucho porque yo vivía en la Ciudad de México y allá es un movimiento garrafal”, dijo León, “cuando llegué aquí, poco a poco me he ido acercando más con las colectivas y me he dado cuenta de que va creciendo mucho y me maravilla demasiado ver a las nuevas generaciones cómo son bien entronas y cómo están participando cada vez más y cómo cada momento una mujer más se suma a la lucha y me siento contenta de ello”.
Ana Morales, de 19 años y estudiante de Artes Escénicas, supo el significado de la deconstrucción, es decir, de desaprender todo lo que le habían inculcado desde niña sobre cómo debía ser ella misma.
“El movimiento feminista es una deconstrucción de tu persona, de valorarte a ti como mujer, de darte el poder como mujer de que tú eres quien eres y nadie te va a decir qué hacer ni quién ser. Eso es algo muy poderoso para nosotras como morras, también luchar contra todas estas injusticias de violencia de género; por el simple hecho de ser mujer, sufres, nos avientan al campo de guerra”.
Y agregó: “Yo pienso que ahorita Sonora es uno de los estados más potenciales, ya que también es uno de los estados más marcados en feminicidio y en machismo, pero cada vez somos más las morras que se unen, más los colectivos que se forman, más las morras que se deconstruyen, más las morras que están dentro de su propia lucha y de la lucha unidas”.
Meliza Dávila, de 31 años y videógrafa de Desérticas Films, se siente sorprendida de cómo en Sonora se han unido desde niñas hasta mujeres mayores a la causa feminista.
“Cuando las mujeres nos encontramos, solitas nos hacemos feministas con nuestra propia historia y se siente bien bonito apoyar a muchas mujeres en cualquier tema que sea de la mujer, de salud, desde violencia, desde niñas, adolescentes y mujeres”, agregó, “yo creo que Sonora es un estado muy machista, entonces, el hecho de que la mujer se esté liberando, como que no agrada mucho, pero poquito a poquito ha ido creciendo mucho más, cada vez se hacen más fuertes las mujeres de Sonora”.