Por Daviana Ley
Bárbara Pof practica Muay Thai, un arte marcial que tiene vida desde hace muchos años y cuyo origen surge en Tailandia, “la tierra que nunca conquistaron”, expresó.
Bárbara nunca había sido amiga del ejercicio y por curiosidad comenzó a entrenar Muay Thai, además de ser impulsada por mejorar su figura, se dio cuenta de que los beneficios iban más allá de lo que ven los ojos.
Hoy, desde que comenzó a entrenar hace 9 años, nota un cuerpo más sano, su condición física mejoró en fuerza, destreza, resistencia y más, lo cual considera sumamente importante para el desarrollo integral y capacidades de defensa, en especial de las mujeres por la situación actual de violencia.
“México es un país que está en la punta de feminicidios y violencia a mujeres, no significa que las mujeres suframos más violencia que los hombres porque hay una brecha muy grande de diferencia. Yo me dedico a los estudios de género y cuando un país o un lugar tiene un alto repunte de violencia hacia las mujeres, eso es atípico, no es normal […]
Obviamente cuando ves tantos casos de feminicidios y violencia es preocupante porque es un síntoma de que todo lo demás también está muy podrido. Esto tiene que ver con la defensa, no considero al Muay Thai como un sistema de defensa personal, pero sin duda sí me ha dado más seguridad en mí misma y no me hace sentir que soy una potencial víctima
Bárbara cierra la catedra deportiva con la reafirmación de que no solamente se trata de algo visual, sino de intensificar los sentidos, reflejos y tener una respuesta de alerta mayor ante el peligro: “Porque muchas veces quienes van atacar, va ser a una persona que no esté alerta, un poco más delgada, porque nos obsesionamos con la extrema delgadez; desde que entreno, se mejoran mucho los sentidos, tus reflejos y vas más alerta en la calle , como más consciente de todo”.