Al demostrar la participación de Julio César “N”, de 29 años de edad, en el homicidio de Ángel Ignacio, personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJE) obtuvo sentencia condenatoria de 25 años de cárcel para el responsable.
La contundencia de los datos de pruebas mostrados por un agente del Ministerio Público fue avalada por el Juez, dentro de la causa penal 1455/2019, para que dictara la pena en procedimiento abreviado por el delito de homicidio calificado con ventaja.
Un sólido dato fue la prueba de balística realizada en el Laboratorio de Inteligencia Científica Forense (CIF) a un arma de fuego AK47 asegurada al sentenciado, la cual dio positivo a los casquillos calibre 7.62×39 localizados en la escena del crimen.
Fue reforzada por testimoniales directos de elementos de la Policía Municipal y Agencia Ministerial de Investigación Criminal (Amic), indagatorias de campo, química forense, entre otras pruebas científicas que realizó la FGJE Sonora.
Julio César “N” privó de la vida a Ángel Ignacio, de 21 años de edad, la madrugada del 8 de junio de 2019 en calles de la colonia Villa Bonita, incluso lo correteó a pie hasta que los proyectiles del arma de grueso calibre impactaron a la víctima.
El perjudicado había asistido a una fiesta con varios amigos, conducía un vehículo Ford Focus y decidieron ir a “dar la vuelta”, por lo que al llegar a una tienda de conveniencia fueron alcanzados por un vehículo tipo pick up.
Ángel Ignacio vio que uno de los ocupantes de ese pick up portaba armas de fuego, por lo que aceleró para alejarse y perderlos de vista, pero Julio César “N” prácticamente se colgó del automóvil, con medio cuerpo por la ventana, y la unidad terminó impactada contra una barda.
El conductor salió corriendo a fuerza de carrera, y fue perseguido por Julio César “N”, quien con la “cuerno de chivo” le disparó en repetidas ocasiones para lesionarlo y privarlo así de la vida, para ese momento ya se había reportado el hecho al 911.
Oficiales de Seguridad Pública Municipal arribaron al lugar y pudieron detener a Julio César “N” tras una persecución a pie, además lograron recuperar el arma que había arrojado en un jardín, la cual tenía tiros útiles en dos cargadores pegados con cinta.
Después de realizar el Informe Policial Homologado (IPH), los agentes presentaron al detenido ante un agente del Ministerio Público, quien inició las indagatorias correspondientes que concluyeron con la sentencia condenatoria de 25 años de prisión.
