Arranca proceso electoral 2021 en tribunales

Columna Diálogo
Este lunes 07 de septiembre arrancó oficialmente el calendario del proceso electoral 2021, en el que podrán votar cerca de 95 millones de ciudadanos, pero no fue un buen inicio sino todo lo contrario.
Los trabajos rumbo a las elecciones comenzaron en tribunales, con un órgano electoral en el que la imparcialidad de algunos de sus integrantes es fuertemente cuestionada, y un Ejecutivo Federal que renunció a ser presidente para volver a ser contrincante.
Y por si faltaba algo; el anuncio de los gobernadores de la Alianza Federalista, es decir los gobernadores de oposición, que abandonan la Conago y toman su propio camino. Y es que viendo la tormenta que se avecina, más vale tomar acciones.
En este contexto más allá de la interpretación política evidentemente existen todos los elementos para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordene al INE entregar el registro como partido político a la organización de México Libre.
Es decir que la primera batalla y no la última como es más natural, se dará en el ámbito judicial y no en las urnas.
La decisión de 7 consejeros de negar la posibilidad de competir en la elección al principal grupo opositor al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador en una decisión política más no jurídica electoral, evidencia su falta de congruencia.
Y es ahora cuando llama la atención la extraña comunicación del INE enviada a medios y publicada en sus páginas oficiales el pasado 23 de julio, en el que confirmaban las fechas del calendario electoral con la siguiente advertencia:
“Frente al reto que presenta el Proceso Electoral 2020-2021 celebramos la llegada de los nuevos consejeros (…) y los integrantes del Consejo General rechazamos contundentemente los señalamientos que pretenden debilitar a la institución o atacar a cualquiera de sus integrantes”; incluso se habló de posible violencia de género.
Los consejeros también antepusieron en el texto su compromiso para garantizar condiciones de certeza, legalidad, transparencia y equidad. Pero cinco semanas después estos valores fueron comprometidos por algunos de sus integrantes al utilizar criterios muy alejados de ese fin para negar el registro a México Libre.
Primero la incongruencia de varios consejeros que aprobaron en comisión el registro y en la sesión lo rechazaron exactamente con el mismo análisis, las mismas pruebas, el mismo expediente, aprobando ahí mismo el cambio de reglas para poder hacerlo.
Las formas y el cambio de decisión incoherente de consejeros como Adriana Favela Herrera, desde las palabras hasta la actitud asumida incluso en las cámaras que grabaron la sesión es para análisis.
Cuando se lanza una convocatoria para cualquier asunto se publican las reglas a cumplir, pero no se publican nuevas reglas o se cambian después de que los participantes llegaron a la meta.
Luego el argumento de rechazar las aportaciones bancarizadas a través del dispositivo ‘clip’ no está fundado en la legalidad, pues no está prohibido por ley y es más, ni siquiera está prohibido en el reglamento de fiscalización del mismo INE. Fue un criterio adoptado por los propios consejeros ahora sí que a su parecer.
Pero además el motivo que dan de que no se puede verificar la procedencia de dichas aportaciones es sumamente débil y cuestionable, para empezar son transferencias bancarizadas y ya de ahí lo demás sobra.
Con este razonamiento lo único evidente es que en México son menos investigadas y menos cuestionables las aportaciones en sobres y portafolios no reportadas a la autoridad, que las realizadas a través de los bancos con total transparencia. La realidad supera la ficción.

Lo que es peor, la documentación exigida a México Libre por el INE incluía hasta la información privada de cada uno de los donantes como las mismas tarjetas de crédito origen de las aportaciones, al grado de poner en riesgo su seguridad y de sus familias. Aun así se cumplió con cada uno de los pedimentos, que no requisitos legales. Y con todo ello el registro fue negado.
La expectativa de justicia ha quedado en el TEPJF que tiene 10 días naturales para aceptar la impugnación a parir de que ésta se interponga y hasta 15 días para emitir el fallo a favor o en contra.
Y finalmente la renuncia pública de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de todos los mexicanos, para convertirse de nuevo en candidato y contrincante de sus opositores en el proceso 2021. Es entre todo lo más grave.
Sus palabras y el festejo nacional a carcajadas por la negativa del registro que recibiera México Libre no fueron las palabras de un hombre en particular, fueron las palabras y el sentir de quien representa la institución y por ende la intromisión del Presidente en el proceso electoral.
El video que el Ejecutivo Federal subió a sus redes sociales el sábado, sólo pone de manifiesto que la decisión de algunos consejeros cuyo cambio de parecer en el último momento era inexplicable, fue por consigna.
Así no se construye la democracia, por el contrario, así se destruye la democracia y los equilibrios logrados en los procesos electorales en México con las transiciones del año 2000, 2012 y 2018. Malas noticias y mal augurio para el 2021.