El gobierno de los Estados Unidos suspendió o anuló este miércoles tres acuerdos bilaterales con Hong Kong que cubrían la extradición y exenciones impositivas. Se trata de la más reciente de una serie de medidas en respuesta a la imposición por parte del régimen chino de la ley de seguridad que socava la independencia de la antigua colonia británica.
“El Partido Comunista chino optó por aplastar las libertades y autonomía del pueblo de Hong Kong”, tuiteó al respecto el secretario de Estado, Mike Pompeo, a la hora de realizar el anuncio.
En concreto, lo tres acuerdos abarcan la entrega de prófugos de la justicia, la transferencia de presos condenados y exenciones impositivas recíprocas sobre ingresos del transporte marítimo internacional.
La administración de Donald Trump ya había determinado que Hong Kong no podía seguir gozando del trato preferencial que recibía de Estados Unidos inmediatamente después de que se aprobara la ley de seguridad, a finales de junio.
“Estas medidas ponen de manifiesto nuestra profunda preocupación ante la decisión de Beijing de imponer la Ley de Seguridad Nacional que ha aplastado las libertades del pueblo de Hong Kong”, agregó la vocera del departamento, Morgan Ortagus, en un comunicado.
Ortagus indicó además que se había notificado horas antes a las autoridades hongkonesas sobre las decisiones, que responden a las “medidas drásticas (del Partido Comunista) para erosionar el alto grado de autonomía que Beijing mismo había prometido” a la isla.
No quedó claro de inmediato cuáles acuerdos fueron suspendidos y cuáles formalmente anulados. Otros países occidentales han suspendido sus tratados de extradición con Hong Kong.
Washington ya ha anulado los privilegios comerciales especiales de los que gozaba Hong Kong y ha impuesto sanciones a funcionarios chinos y hongkoneses encargados de imponer la nueva ley de seguridad. Entre ellos se cuenta la jefa del ejecutivo, Carrie Lam, aliada del régimen chino.
A modo de retaliación, China sancionó a distintos políticos y dirigentes estadounidenses. El último episodio tuvo lugar el 10 de agosto, cuando el Partido Comunista implementó medidas contra 11 personas, a quienes acusó de haberse “comportado mal” en cuestiones vinculadas.
Entre ellas se encuentran los senadores republicanos Ted Cruz y Marco Rubio, y el líder de la asociación de derechos humanos Human Rights Watch, Kenneth Roth. El vocero también exigió a Estados Unidos que “deje de interferir en los asuntos internos de China”, pero no precisó la naturaleza de las sanciones.
Beijing había prometido a Hong Kong que durante 50 años regiría el acuerdo de “un país, dos sistemas”, bajo el cual la ciudad poseía su propio sistema aduanero y legal. Este modelo incluía libertades civiles de tipo occidental como el derecho al disenso público, que rara vez se permiten en China continental y ahora están estrictamente limitadas en la isla.
“El presidente Trump ha dejado en claro que, por lo tanto, Estados Unidos tratará a Hong Kong como ‘un país, un sistema’ y tomará medidas contra individuos que han aplastado las libertades del pueblo de Hong Kong”, dijo Ortagus en el comunicado.
Desde la aprobación de la ley, las autoridades chinas han retrasado las elecciones en Hong Kong, argumentando la crisis del coronavirus y, según Beijing, emitieron también órdenes de arresto contra seis activistas prodemocráticos en el exilio.
Información tomada de www.infobae.com
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