Columna El breve (verde) espacio
¿Podemos lograr una reactivación económica sin agrotóxicos, ultra procesados nocivos, contaminación del aire y del agua?
Parece que no y que será ambiental y de nuevo el gran pasivo de esta doble recesión económica: la inercial que traíamos internamente desde diciembre y la provocada por la contracción mundial por la pandemia del COVID-19 y la caída de los petroprecios.
¿Se optará por el mismo modelo depredador, concentrador y excluyente o se dará paso a la democratización de los apoyos a la producción, una vez que la selección natural de la pandemia por #COVID-19, haya hecho lo suyo? Al parecer más bien lo primero.
Conservar la misma estructura económica y el mismo tipo de actividades nos llevará tarde o temprano a caer en problemas similares como lo son: dependencia del mercado global, desabasto de productos básicos, carestía y mal nutrición. Tal como está sucediendo.
Es claro que el modelo agroalimentario, orientado al consumo con fines de acumulación sin pensar en la salud pública, es parte de lo que nos tiene metidos en este callejón sin salida del desempleo, la agudización de la pobreza y sus enfermedades. Si se reactiva la economía con las mismas estrategias productivas, y favoreciendo desde el Estado a los mismos actores, los resultados serán los mismos.
¿Cómo es la reactivación que propone el gobierno del estado de Sonora? ¿qué nuevos elementos integrará la gobernadora Claudia Pavlovich a su propuesta? ¿incluye menor uso de combustibles fósiles de manera significativa, alimentos sanos, apoyo al cooperativismo y otras urgentes y muy necesarias novedades en nuestra forma futura de vivir?
Parece que no y se le seguirá apostando a la gran minería, la privatización de la generación de energías, la ganadería depredadora y los agro negocios que derrochan agua y contaminan suelos.
En este contexto, será el tema ambiental el gran pasivo de esta administración, con cargo a nuestra salud y al futuro de los hijos de todos nosotros.
Diputado Ortega Quintos, brutalmente honesto
Buena levantada de falda les dio a varios de sus compañeros de la LXII Legislatura, el diputado de Huatabampo, Filemón Ortega Quintos, quien pese a su gran proclividad a no comprar tamales por no tirar las hojas, se dio tiempo para gestionar la donación de 250 toneladas de papa, que a su vez donó a varios de sus compañeros diputados y diputadas.
La semana pasada, el presidente del Comisión de Salud, del Congreso local, informó modestamente del hecho, sin parar imprentas ni posar para la foto, es más fue tan discreto y marro con el manejo de medios que nadie lo peló.
Además de aplaudir –al menos por esta vez- su honestidad de aclarar el origen de la papa, debe reconocerse el hecho de que el vetusto médico compartió de buen corazón el donativo, para que sus pares del Legislativo hicieran lo propio en sus distritos y ayudar a paliar algunos de los impactos perniciosos de la pandemia por COVID-19, en la población vulnerable de Sonora.
Para esto, más de uno de sus compañeros ya habían subido fotos posando junto a los sacos de papa y afirmando que el alimento fue comprado con su propio sueldo, al que desprendidamente han renunciado para vivir una monástica austeridad en favor del pueblo que paga sus copiosos ingresos.
Y es que hay más de una diputada que le da por hacer caravana con sombrero ajeno, no sólo tienen atestadas sus casas de gestión con alimentos caducados, por andar acaparando, sino que regalan las despensas que otros les dan y las presumen como producto de su propio peculio.
Asimismo, reparten vales para análisis médicos y para lentes que no les costaron un cinco, favoreciendo prácticas de privatización de los servicios de salud, cuando lo que la sociedad urge es el acceso permanente al derecho humano a su salud a cargo del Estado, no de la subrogación como el propio presidente Andrés Manuel López Obrador lo ha reiterado.
Ahora fue con las papas y eso gracias a que Ochoa Quintos es más duro que la quijada de arriba, pero sin duda, también, brutalmente honesto. Eso no tiene precio.
Van por Graco
Ya lo vi, van por Graco Luis Ramírez Garrido Abreu por la corrupción en el sector salud del estado de Morelos. El ex gobernador estrellita de los Chuchos, salió más pillo que Andrés Granier del PRI, en Tabasco. Van por él, aguas que no se va sólo, que mello.