Las visitas de familiares y amigos de personas privadas de la libertad en los Centros de Reinserción Social (Cereso) de Sonora disminuyeron más de la mitad debido a la contingencia por COVID-19; ahora se les ofrecen videollamadas y un día de visita a la semana.
Ramón Tadeo Gradías Enríquez, coordinador del Sistema Estatal Penitenciario (SIEP), explicó a Proyecto Puente que se habilitó una sala de videoconferencias en cada uno de los 13 Ceresos de Sonora para ofrecer esta posibilidad de comunicación a las personas.
En estos espacios se emplea el equipo de cómputo del personal de las áreas administrativas, que ahora trabaja desde casa, además de 35 tabletas electrónicas que el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i) facilitó para la realización de las videollamadas.
“Más de la mitad de las visitas disminuyó”, dijo Gradías, “en comparación al sábado antepasado -porque los días de visita se redujeron a uno solo: los domingos- contabilizamos la visita de 4 mil 036 personas y, este domingo, el primero de esta nueva medida, únicamente asistieron mil 773 en los 13 centros; hubo una reducción de 2 mil 263 personas”.
“Es decir, 56.37% de los visitantes acataron la recomendación de quedarse en casa”, afirmó.
Las personas privadas de la libertad sólo pueden recibir la visita de uno de sus familiares directos -no amigos- y únicamente los domingos, de ocho a doce del día, con medida de sana distancia.
De igual forma todos los visitantes pasan por un filtro sanitario donde se les toma temperatura y se les elabora un cuestionario médico, además, se les entrega gel antibacterial y cubrebocas. Las personas privadas de la libertad también tienen medidas propias de forma diaria.
“Las videoconferencias son una medida que vamos implementando de manera paulatina e iremos en aumento del número de personas que tendrán acceso al mismo”, detalló, “es una medida abierta a toda la población penitenciaria a quienes se la ofrecemos como una alternativa en virtud de la distancia y que puedan estar en constante comunicación con sus familias”.
Desde su implementación, las personas privadas de la libertad han realizado un promedio de 200 videollamadas a sus familias, con una duración de entre cinco y diez minutos, dependiendo de la población penitenciaria de cada centro que lo solicite cualquier día de la semana.
“Las personas privadas de la libertad han estado colaborativas y lo han tomado de manera positiva”, detalló, “puesto que saben que es un esfuerzo que hace la Secretaría de Seguridad Pública, el Gobierno del Estado y, sobre todo, el Sistema Estatal Penitenciario para salvaguardar la integridad y vida de sus familiares, y sobre todo, de ellos mismos, que también han aprovechado las videollamadas para decirles a sus familias que eviten, en medida de lo posible, acudir a los centros y optar por esta otra posibilidad”.
Gradías agregó que, a la fecha, no hay registro de personas privadas de la libertad en Sonora con síntomas relacionados al COVID-19, sin embargo, ya se tienen protocolos de actuación en caso de que se confirmen contagios.
“Ya se habilitaron áreas en los Ceresos para que, si hay gente que presente síntomas, podamos aislarlos de la población penitenciaria para darles un tratamiento adecuado y, en caso de que sea algo mucho más grave, poder coordinarnos con la Secretaría de Salud para un externamiento”, comentó.
“Queremos pedir a las familias que estén tranquilas, que guarden la calma y que nos ayuden a cumplir las medidas que dicta la Secretaría de Salud para evitar la propagación de COVID-19 al interior de los Ceresos; es por el bien de sus seres queridos”, concluyó.