México, 25 de marzo (EFE).- La población mexicana es más vulnerable que la de otros países ante la pandemia del COVID-19 debido a la alta prevalencia de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, aseguraron este miércoles especialistas.
“No es casual que los cinco casos de defunción que se han presentado en México estén asociados al síndrome metabólico”, dijo en conferencia de prensa el doctor Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.
El director de epidemiología del Gobierno de México, José Luis Alomía, confirmó este martes que el número de fallecimientos debido al COVID-19 aumentó a cinco y que todos ellos tenían diversas complicaciones como la obesidad, la diabetes, la hipertensión, infección renal y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Sin embargo, este miércoles las muertes por la enfermedad se elevaron a seis.
Estas enfermedades, recordó Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor, se han recrudecido en México principalmente por el incremento en el consumo de productos ultraprocesados y la falta de políticas públicas para prevenir este consumo.
“Es necesario ir adelante en las políticas de obesidad y diabetes, pues la obesidad, está causando más muertes al año que el propio COVID-19, pero no hemos actuado al respecto”, indicó.
Paulina Magaña, investigadora de El Poder del Consumidor, recordó que en México se estima que 96 millones de personas -más del 70 por ciento del total de la población- padecen sobrepeso y/o obesidad y las muertes por esta condición superan las 200 mil al año.
Mientras que la diabetes, que suma ya poco más de 12 millones de personas afectadas en el país, cobra la vida de más de 100 mil mexicanos anualmente.
Los especialistas explicaron que cuando una persona que padece estas enfermedades enfrenta una infección por un virus como el COVID-19 tiene más probabilidades de vivir complicaciones, pues hacen que el organismo colapse más fácilmente.
Del mismo modo, advirtieron que otras cuestiones como la inseguridad alimentaria y la falta de acceso al agua, inciden en que la población en México se encuentre en un mayor riesgo de infección y de presentar complicaciones por este virus.
“México se encuentra en una posición desaventajada, pero no es para causar pánico sino para reforzar medidas”, manifestó Ana Larrañaga, coordinadora de la Coalición ContraPESO.
Larrañaga indicó que políticas públicas como el impuesto a las bebidas azucaradas y el etiquetado frontal de advertencia -muy criticado por empresas- ayudarán a que, en un futuro, la población mexicana reduzca los números de diabetes y obesidad y que sea menos complejo enfrentar este tipo de pandemias.
“Debilitar en este momento cualquier política para detener las enfermedades crónicas sería un error”, enfatizó, y dijo que es necesario reforzar estas medidas para continuar protegiendo la salud de la población.
Por su parte, el doctor Ávila consideró que la actuación de las autoridades mexicanas ha sido muy buena y se debe seguir en esta línea. Además, dijo que es muy importante proteger a la población más vulnerable.